AMÁNDOTE EN CALIFORNIA | CHRIS EVANS [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 30// ALMA

Narra Carla

De la noche a la mañana el tiempo y pasa y ya tengo 8 meses de embarazo. Lo que es motivo que cada que salga de mi hogar, los paparazis me tomen fotos y luego las vea en los programas de televisión.

En algunas fotos salgo sola o con Christopher, no salimos mal, cabe recalcar, pero algunos invaden nuestra intimidad y se acercan demasiado y hacen preguntas algo incómodas.

Tanto mi esposo como yo, solo guardamos silencio.

Mis padres y mis abuelos ya se han ido ya que todos tienen trabajos, pero prometieron estar días antes de dar a luz.

El tiempo paso rápido de los cuales tengo muy buenos recuerdos, Christopher a cada nada cumpliendo todos y cada uno de mis antojos, o los masajes para la espalda que le pedía a este y que terminaban en gustosas sesiones de sexo, tenerlo también día y noche pegado a mi hasta en la oficina de mi trabajo, también están los besos que este deja en mi abultado vientre y como nuestra hija se mueve al momento de reconocer su voz cada que habla.

Hoy nos encontramos discutiendo en el sofá de nuestra sala de estar un nombre para nuestra bebé como todas las noches estas últimas semanas.

-¿Alessia?.- el castaño suelta.-

-Es muy común.- hago un gesto de desagrado.- me gusta Victoria.-

Christopher frunce el ceño.- es nombre de anciana, ¿No crees?.- sonríe.-

-Es el nombre de mi abuelita.- finjo indignación llevando una mano al pecho.-

-Por eso mismo lo digo.- le tiro un manazo en el brazo y este suelta una sonora carcajada.-

Piensa un rato y dice.- ¿Alma?.-

-Me gusta.- sonrío.- También me gusta Bella.- lo miro a los ojos.- como tu princesa favorita.-

Este vuelve a reír recordando aquella entrevista a la que fue con Mackie y este le pidió 20 dólares prestado.

-Perfecto, la llamaremos Alma Bella.- sonríe.-

-No, en mi país hay un grupo musical femenino que se llama así.- sonrío.- no quiero que le hagan bullying a mi hija cuando vayamos a visitar a mi familia allá.-

-Tienes razón.- piensa de nuevo.- ¿Carolina?.-

-Alma Carolina.- sonrío al escuchar como suena.- me gusta como suena.-

-Alma Carolina.- repite.- así se llamará.-

-Ya a nuestra próxima hija le pondré el nombre yo.- acaricio su cabello mientras esté se recuesta sobre mis piernas.-Acabas de escoger ambos nombres.-

-Pero te gustó, ¿No es así?.- su mirada busca la mía.-

-Me encantó.-

Me acerco y beso su frente.

[...]

Al día siguiente nos vamos al consultorio para ver como está nuestra pequeña y felizmente todo marcha bien.

Para el tiempo de embarazo que tengo, mi niña se encuentra muy grande y saludable, sus latidos se oyen bien y ni hablar de su rostro. En la ecografía que me volvieron a hacer, Alma es la viva imagen de su padre.

Logramos captarla sonriendo y es exactamente igual a este. No está demás decir que no se hará falta una prueba de ADN para decir que Christopher es su padre, pese a que en los programas opinan que el ojiazul debería hacerlo.

Los días pasan y las ansías de tener a mi niña en mis brazos crece. Tanto al ojiazul como a mi nos hace ilusión hacerlo.

Su cuarto ya está terminado. Los recuerdos de como amoblamos todo nosotros mismos me llegan a la mente. Como tratando de pintar este, ambos terminamos embarrados de pintura blanca. Parecíamos niños jugando y riendo a cada nada.