AMÁNDOTE EN CALIFORNIA | CHRIS EVANS [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 5// BUEN VIAJE

Narra Carla

Es domingo, un domingo de tranquilidad, un domingo donde podemos hacer absolutamente nada, bien podríamos dormir todo el día si así lo deseáramos. Nos levantamos cerca del mediodía ya que nuestros estómagos piden a gritos comida. Bajamos directo a la cocina tratando de preparar algo rápido que calme nuestra hambre.

Si no fuera por Coco, la señora que limpia la casa y cocina para nosotros quien dejó sobras de comida en el refrigerador no hubiéramos comido nada ya que la despensa se encuentra totalmente vacía.

-Cariño.- digo mientras pongo la mesa para poder comer junto a Christopher.- ¿y si vamos al super y compramos para la comida de la semana?-

-Esta bien amor.- responde sonriendo mientras este sirve la comida.- me agrada la idea.-

Terminamos de almorzar, lavamos y limpiamos todo lo que ensuciamos y subimos a nuestra habitación para poder alistarnos para ir de compras. Christopher opta por un buso deportivo, una camiseta básica, zapatillas, un gorro y lentes de sol para taparse de este, yo me coloco una camiseta ancha color gris, un biker y unas zapatillas para poder estar más cómoda, hago un moño alto en mi cabello esponjoso tratando de mantenerlo ligeramente ordenado, pero no faltan los mechones rebeldes que se escapan enmarcando mi rostro, mis lentes de sol y ya estamos listos para la acción.

Subimos a la camioneta con rumbo hacía el supermercado no sin antes recoger la lista que le pedimos a Coco previamente para saber que cosas faltan en casa.

Felizmente no hay demasiada gente en la tienda, llenamos el carrito y nos dirigimos a la caja para poder pagar. En cuestión de segundos varias personas se acercan a Christopher para poder tomarse fotos y este amablemente acepta-

Con Christopher quedamos en que una semana él costeaba los gastos de las compras y yo la siguiente semana, esta semana me toca a mi y mientras él se toma las fotos yo pago sin dudarlo. Cuando termina, me ayuda llevando el carrito hacia la camioneta para poder ir a casa.

El domingo se nos va rápido. Llegamos a casa, preparamos una merienda suave y nos vamos a nuestra habitación a ver películas.

No duramos mucho ya que ambos nos quedamos dormidos a los 30 minutos de empezada esta.

Lunes 6 am...
La alarma suena y Christopher se levanta para ir a correr, no me despierta ya que los lunes no suelo ir a correr con él. Una hora después me levanto de la cama para poder ducharme y alistarme, opto por un pantalón jean sencillo recto, una camiseta negro básica y mis superstars para estar aún más cómoda. Meto mis cosas a mi cartera, saco de la oficina que implementó el ojiazul para mi unos planos y bajo hacia la cocina a tomar el desayuno que Coco preparó para Christopher y para mi.

Salgo de casa y tomo un taxi hasta el edificio en donde trabajo, termino mis pendientes y le pido a la secretaria de mi jefe Abraham los boletos del avión y la reserva del hotel en el que me quedaré, estoy ahí hasta el mediodía.  Recojo mis cosas y voy a casa de nuevo.

Christopher ha salido a comprar su traje para nuestra boda y lo acompañó su mamá.

Martes llega en un abrir y cerrar de ojos, y la misma rutina se repite.

Ya son las 8 pm y es hora de descansar, así que me coloco la camiseta de Christopher que uso como pijama.

-Cariño- habla el ojiazul mientras entra a la habitación- mañana iré a dejarte en el aeropuerto y me quedaré la semana que estés en New York con mi familia.-

-Claro, está bien- respondo algo desanimada.-

Mi vuelo sale a las 3 pm y tengo que estar una hora antes al menos. Quiero meter a Christopher en la maleta y llevarlo conmigo para no extrañarlo tanto.