CHAPTER 15

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por LenDaniel9

por LenDaniel9

El azabache se quedó estático en su lugar al escuchar lo que había salido de la boca del que tenía enfrente, se veía tan seguro de lo que decía, pero no quiso creerle.

Amane: mientes

Mikey: no lo hago

Amane: claro que sí

Mikey: no lo hago, por qué lo comprendí hace años, ese día que me besaste el mismo día que desapareciste, comprendí que era ese sentimiento que sentía, te lo iba a decir, pero tú jamás apareciste, tuve que esperar doce malditos años para verte y decírtelo, en estos doce años yo no deje mis sentimientos por ti...ahora dime tú sientes lo mismo por mí, no he cierto?

Amane:{titubea} n-no, ya vete

Mikey: me iré, pero déjame hacer algo antes, me iré, me alejaré si tanto lo deseas pero déjame

Amane: {baja el arma} bien y que es lo que quieres

Sin previo aviso el contrario corrió hacia el y lo beso, fue un beso que trasmitía muchos sentimientos revueltos, el ojo azul se quedó sorprendido, pero aún así correspondió aquel beso, cada que se separaban por breves instantes para tomar aire se veían a los ojos.

Mikey: {con una voz ronca} quiero tomarte

Amane: entonces tómame

Esas palabras fueron lo suficiente para que Mikey siguiera besándolo pero ahora apasionadamente, lo acostó en la cama que se encontraba ahí mientras comenzó a repartirle besos por su pecho, mientras el ojo azul tenía sus manos en los hombros del contrario, el mayor le despojo de su ropa que tenía y se despojo de las suyas, tomo la masculinidad del chico junto con la suya y empezó a masturbar, ambos empezaron a sacar leves gemidos de placer hasta que ambos se corrieron, Mikey le metió tres dedos en la boca al menor y este los chupo de inmediato, cuando sintió que estaban bien ensalivados los saco de la boca y los llevo a su ano, donde empezó a simular embestidas, primero fue un dedo luego dos, cuando vio que estaba lo suficientemente preparado le dio un beso en los labios y comenzó a invadirlo lentamente, aún que toda la cordura del ojo negro se fue al caño cuando lo escucho gemir fuertemente, de una sola estocada termino por entrar en el y no se detuvo siguió dándole estocadas fuertes, pero lentas aún que después fueron rápidas, el azabache rasguñaba la espalda del mayor, mientras este besaba la boca de el sin pudor y le daba leves mordidas.