Capítulo 9

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A la mañana siguiente Angela fue despertada muy temprano para prepararla, era obvio por la cara de su madre que no había dormido en toda la noche 
—     Angela vamos levántate tenemos que arreglarte 
Margaret y Madeline ayudan a poner el vestido a Angela, después su madre la peina y le pone la tiara. 
—    Angela por favor cambia esa cara y mira estas ojeras no dormiste?
—     No mucho
—     Ya hablamos de esto, ¿podrías cambiar tu cara?
—     Si está bien

Cuando llegan a la iglesia habia muchos invitados esperando y el joven príncipe acompañado de sus padres hablando con unas personas que ese había acercado a felicitarlo. 
La madre sale del carruaje acompañada de sus hijas y su cuñado, Angela y su padre se quedan en el carruaje esperando que todos entraran a la iglesia. 

—     Angela cariño lamento que estés en esta situación 
—     No es tu culpa papá- el padre da un beso en su frente 
—     Ahora cariño hay que entrar 
Ellos entran a la iglesia donde todos están de pie observándola, cuando llegan a donde estaba Sebastián el extiende su mano tomando la mano de Angela 
—     Se acerca al oído de Sebastián y le dice- Cuídala bien es mi hija favorita 
—     Por supuesto señor 
La ceremonia continua sin ninguna eventualidad. 

Después del banquete Sebastián y Angela subieron a un carruaje que los llevaría a su luna de miel, el viaje duro tanto que llegaron al día siguiente cuando llegaron a una enorme y lujosa casa, en York
Cuando entraron a la ciudad muchas personas esperaban en las calles para ver a los príncipes llegar a su hogar

—   Están muy contentos de verte, por lo que veo
—   El pueblo de York es muy cálido y para ser sincero tengo muchos años que no he venido
—   ¿Porque?
—   Bueno... viaje... quería conocer el mundo antes de ser su príncipe y asumir mis responsabilidades
Cuando iban en el camino hacia al castillo, Angela le dice a Sebastián

—   Tal vez deberías intentar acercarte más a ellos, ¿como serás un buen príncipe de York si no sabes lo que quieren o necesitan?—   Bueno para eso es la ceremonia de permuta—   ¿Permuta?—    Si es una antigua tradición en la cual ellos nos dan un...

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—   Tal vez deberías intentar acercarte más a ellos, ¿como serás un buen príncipe de York si no sabes lo que quieren o necesitan?
—   Bueno para eso es la ceremonia de permuta
—   ¿Permuta?
—    Si es una antigua tradición en la cual ellos nos dan un presente puede ser poco o mucho dependiendo de sus posibilidades y nosotros resolvemos algún problema o hacemos alguna concesión
—  ¿Cuánto falta para eso?
—   Como seis meses
—   Falta demasiado, ¿disculpe puede deterse?- le dijo al chófer

—   ¿Qué haces?
—   Rompo la brecha, no puedes llegar después de años y ser su príncipe si no los conoces
— Abrió la puerta— Su alteza
Angela bajo del carruaje y las personas hicieron más ruido, Sebastián bajó detrás de ella
—   ¿Su alteza nos quedamos?
—    Si Anthony
— Odiaba usar guantes por lo que los tenía en la mano, sin ponérselos y se acercó a la gente—  Hola- dijo dándole la mano a una mujer que llevaba a una niña de la mano— Muchas gracias por estar aquí
—   Usted es más hermosa de lo habían dicho
—   Muchas gracias- miro a Sebastián y le hizo la señal para que se acerque

—   Señora— dijo dándole la mano
—   Es muy grato verlo su alteza real, recuerdo cuando sus padres lo presentaron yo era apenas una niña
—   Muchas gracias señora

Ambos caminaron mucho saludando y hablando con las personas, a Sebastián nunca le habían permitido hacer esto, sus padres decían que si bien su pueblo era importante y había que ser amables y benevolentes con su pueblo, había límites y Ángela los estaba rompiendo y a él había descubierto algo que le encantaba de ella, era dulce y amable con todos
Estuvieron varias horas haciendo eso, hasta que el sol se empezó a poner

—   Sus altezas, se está haciendo tarde
—   Tienes razón- se acerca a Angela- linda debemos irnos
Ambos se despidieron y fueron despedidos por los gritos de la gente
—  Nunca había hecho, fue muy bueno
—  Solo necesitabas dar un pequeño paso
—  Gracias

El viaje duró un rato más
Al llegar a la puerta Sebastián se acercó a ella y con un tono dulce pregunto: 

—  ¿Puedo llevarte hasta adentro?   
Angela solo asintió y Sebastián la tomo entre sus brazos y la llevo a dentro de la casa hasta donde seria su habitación 
Ya en la habitación Angela se colocó la bata para dormir y se sentó en la cama esperando a su ahora esposo que entrara por la puerta 
Cuando Sebastián entro a la habitación se había quitado la camisa y llevaba un pantalón más cómodo. 

Él se acercó a Angela tomo sus manos haciendo que se levantara, beso sus manos, se acercó poco más, acaricio sus mejillas beso su mejilla, su cuello y después beso delicadamente uno de sus hombros que había quedado expuesto, el subió de nuevo a su rostro acercándose a sus labios los cuales beso tan delicadamente como las otras partes de su cuerpo, pero a pesar de toda la delicadeza con la que la trataba Angela continuaba tensa, así que después de haber besado sus labios tomo su rostro entre sus manos y le dijo: 

—     No te tocare si no lo quieres, esperare hasta que tú quieras entregarte a mi- le dio un beso en la frente y se acostó en lado opuesto de la cama 
—  Pensé que la realeza no compartían habitación
—  Mi papá dice que el secreto de un matrimonio duradero es dormir todas las noches con tu esposa, sin importar si discutieron o tienen problemas- la observa un momento- no te haré nada, te prometo no pasare de aquí- dijo haciendo una línea en la mitad de la cama

Angela se quedó un momento de pie ahí pensando en lo que había pasado, ella no creía en las palabras de su esposo, pero al menos por esa noche ella no tendría que hacerlo, así que se acostó he intento dormir y como estaba cansada por todos los días que había dormido mal y todo el ajetreo del vestido y la boda, ella se quedo dormida rápidamente

Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora