Capítulo 14

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Pasado 3 meses desde su boda, en ese tiempo Ángela se permitió conocer a Sebastián un poco más. Y es que durante estos 3 meses 30 caminatas por el jardín, 10 picnics, 25 días de lectura conjunta, 85 cenas y 90 desayunos juntos, se podría decir que se habían vuelto amigos. 
Esa mañana cuando habían pasado exactamente 3 meses después de su matrimonio Angela recibió una carta de su madre: 

Angela
Solo te escribo para que le pidas a tu marido que cumpla con la parte del acuerdo que le falta y que comience a buscar buenos prospectos para tus hermanas. Te deseamos lo mejor.
Tus padres
 

Aún que estaba firmado como "tus padres " sabía que todo había sido únicamente de su madre.  
 
Ángela pensaba que esto era un problema para ella tal vez, para su madre era cualquier cosa esta petición, pero ella no se atrevía a pedirle nada a Sebastián, ella recordaba a Margaret pidiéndole a charles perfumes o vestidos cuando este salía de viaje como si se tratara de cualquier chuchería, pero y a pesar de que el capital de Charles no era nada comparado a la fortuna de Sebastián ella no se atrevía ni pedirle ni un trozo de chocolate cuando este iba a la ciudad. Como rayos le diría que tiene que cumplir con un trato con el que ella desde un principio nunca estuvo de acuerdo, aún que si no lo hace su boda habría sido en balde, pero como le iba a pedir cualquier cosa si no siquiera podía hacer lo único que le pedían hacer como su esposa. 
Ella daba vueltas por la habitación pensando que hacer cuando sus pensamientos son interrumpidos por la voz de Sebastián.

—      Querida el desayuno ya está… ¿estás bien? 
—     Si este —Sebastián se acerca a ella—  es que mamá  
—     ¿Paso algo? 
—     No no es que… ten mejor tu lee- Sebastián toma la carta la lee y ríe 
—     Por esto estabas tan preocupada  
—     No me siento cómoda pidiéndote nada  
—     Se acerca y toma su rostro entre sus manos— No tienes por qué sentirte así. Tú me puedes pedir lo que quieras y no te preocupes por esto- dijo mostrando la carta- yo me encargo ahora bajemos a desayunar
  
Después del desayuno Sebastián se encerró en su despacho y escribió una carta a su suegra
  

Querida señora Harrintow
Mi esposa me ha dado su mensaje y tenga por seguro que no he olvidado las promesas que le hice.
Porque no vienen el viernes a un baile que organizaremos para presentarles a los caballeros que he pensado serían perfectos para Madeline y Rose. Y si son de su agrado y de sus hijas continuaremos con Anna y Ruth.
Bueno espero su respuesta para afinar detalles.
Con toda estima su yerno.

 Esta carta fue enviada rápidamente a la casa de los harrintow.  
En la casa de los harrintow todos se preparan para comenzar a cenar cuando fueron interrumpidos por la puerta.  

—     Beatriz ¿podrías abrir? 
—     Buenas noches- se escucha en la entrada y pronto Harvey aparecería en el comedor 
—     Buenas noches señores señoritas, traigo correspondencia de su alteza real  
—     Gracias Harvey- dice estirando la mano. 
Julia lee en silencio la carta y sonríe complacida  
—     Harvey dile a su alteza que el viernes es perfecto y que solo me envié la hora lo antes posible  
—     Claro señora, bueno si es todo me retiro- dijo haciendo una reverencia  

Cuando Harvey se va julia deja la carta aún lado, y dice: 
—     Niñas su alteza real me informa que tiene los prospectos perfectos para rose y Madeline y dependiendo de cómo avancen las cosas seguirá con Anna y Ruth y para presentarnos formalmente está organizando un baile  
—     ¡Que emocionante!  
—     ¿Y no te dice quiénes son? 
—     Bueno debe ser gente cercana a él además Ángela no le perdonaría que nos consiguiera cualquier cosa. 
—    Mamá ¿crees que Angela ya esté esperando a su primer bebé?  ¿Ya que vamos a ir a su casa sería muy bonito que ya estuviera embarazada no? 
—     Lo dudo mi cielo Angela ya nos habría escrito para contarnos  
—     Papá tiene razón ella ya nos habría contado  
—     Pues más le vale a tu hermana que siga mis consejos y lo haga rápido no será joven para siempre  
—     Apenas tiene 21. A su edad tu y yo aún no nos casábamos
  
—     Bueno, pero nosotros no teníamos una competencia por el trono 
—     Ellos tampoco. Te recuerdo que Sebastián es el cuarto en la línea de sucesión en algún momento el Príncipe Gabriel se casara tendra a sus hijos y será más difícil que suba al trono  
—     No me quites la esperanza de que un nieto mío pueda ser rey algún día  
—   Como quieras mujer- dijo mientras regresaba su atención a su comida  
—      Bien niñas tienen tres días para buscar que ponerse, hay que avisarles a Margaret y Charles para que vayan con nosotros enviaré al mensajero  

Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora