Una joven es obligada a casarse con un príncipe para ayudar a mejorar su posición económica, a pesar de que apenas lo conoce.
¿Cual será su destino? ¿Lograra amar a su esposo algún día? ¿Como llevará este cambio de vida?
El momento es interrumpido por una voz en la puerta de la habitación y ambos voltean para encontrase con el rey Y ambos hacen una reverencia
— Tío lo siento yo tenía que venir — No te preocupes lo entiendo muchacho, Angela te ves mucho mejor — Gracias su majestad — Según Peter tuviste suerte, pero yo creo que tú eres una mujer muy fuerte y por eso estas aun con nosotros. ¿Puedo verlo? - dijo señalando al bebe — Si claro- dijo mientras el rey se acercaba y estiraba los brazos para tomar al bebe- ¿es niño verdad? — Si su majestad — Felicidades, - dijo mirando a ambos y regresando su vista al bebe- espero que el próximo sea una niña- suspira- hace muchos años que no cargaba un bebe esperaba hacerlo pronto con los hijos de Gabriel — Lamento su perdida su majestad — Gracias querida- después de cargarlo unos minutos más se lo entregó a Angela- Sebastián tendré una reunión con el consejo quiero que estés — Gracias tío ¿a qué hora seria? — Ahora, no te preocupes linda te lo traeré en un rato no demorara
Ambos fueron a una de las salas de la casa donde ya los esperaba el consejo donde ya los esperaban el obispo, algunos aristócratas y su primo John representando a su tía Alexandra que era la madre de este Al verlos pasar todos se levantaron he hicieron una reverencia
— Caballeros gracias siéntense, John- dijo mirando al joven que estaba en el asiento que estaba a su derecha- déjale ese lugar a Sebastián por favor — Pero tío — ¿Pero? — Si tío tienes razón perdón, es toda tuya primo- dijo sentándose algunos lugares más adelante — Gracias, por cierto te echamos de menos en el fuerte — Alguien debía hacerse cargo de todo lo demás Sebastián no todo es guerra — Tengo entendido que hay personas que se dedican a eso ¿no? — Si estas intentando decir algo dilo directamente Sebastián — Bueno ya que insistes creo que eres un cobarde eso es lo que pasa, mi tío nos llamó a los 3 y solo Gabriel y yo fuimos — Bueno al menos yo no tuve la culpa de lo que le paso a Gabriel- Sebastián se iba a levantar a enfrentar a John, pero es detenido por su tío — Ya basta los dos, John lo que paso con mi hijo no fue para nada culpa de tu primo y no lo vuelvas a repetir y Sebastián no le digas cobarde a tu primo, ahora hablemos — Los franceses quieren una propuesta algo que termine con la batalla — ¿Que proponen? — Podemos darle dinero — Si hubieras estado ahí sabrías que no quieren eso — Bueno yo lo he pensado y creo que debemos repara el daño por lo cual se inició esto- todos lo miraban esperando su respuesta- con un matrimonio arreglado — ¿Entre quienes? — Le ofreceré la mano de la princesa Leonor para su hijo menor que es solo un par de años más grande que ella ¿qué les parece? — Creo que es una gran idea tío- dijo John — Bien entonces regresaremos y se lo propondré a el rey Philip espero y acepte y si es así regresaremos en un par de días más y Leonor viajara a Francia a finales de mes después del funeral de mi hijo. — Muy bien su majestad. — Les dije que esto sería rápido se pueden retirar- y todos empezaron a salir de la habitación- Sebastián, saldremos al atardecer — si tío- dijo haciendo una reverencia
Angela leía un libro a lado de la cuna de Thomas mientras que Adeline servía un poco de té para ambas, cuando Sebastián entro a la habitación — Querido- dijo apartando la vista de su libro para mirarlo — Su alteza real- dijo habiendo reverencia y dispuesta salir de la habitación — No es necesario que se retire Adeline, mi cielo- dijo acercándose a su esposa- ¿te sientes con energía para dar un paseo? — ¿Un paseo? Si claro- sonríe y deja su libro — ¿Podemos llevarlo? — Querido es muy pequeño — ¿y si nos vamos en el carruaje? - dijo suplicante — Está bien
Sebastián toma al bebe y se dirigen al patio donde la princesa Alexandra, el príncipe John, la princesa Emma, el príncipe Thomas y el rey Henry se encontraban tomando té
— Querido- dijo la princesa Alexandra a Sebastián en forma de saludo- Querida- dijo a Angela — Tía- dijo como saludo — Su alteza — No había tenido la oportunidad de conocer a su bebe ¿puedo verlo?
Ambos se miraron y Sebastián mostro a su hijo a su tía. — Es una hermosa bebe — Es niño — Buen trabajo querida, si le hubieras dado una niña posiblemente te habría devuelto o algo así — Lo dudo muchísimo, ahora si me disculpas tía voy a saludar a mi padre otra vez — Con su permiso su alteza — Claro querida — Se acerca a la mesa de jardín donde estaban todos – ¿Papá como te sientes? — Igual que hace dos horas hijo- ríe- déjame sostener a mi nieto- estira las manos para que Sebastián le coloca él bebe en los brazos- es hermoso volver a tener un bebe en la familia — Es el prime bebe desde que nació Jonatan hace ya muchos años ¿no es así Alexandra? — Así es mi hijo Jonathan nació hace 15 años fue el último bebe y mi John el mayor — Si ya después Sebastián y luego Leonor y Gabriel casi al mismo tiempo- dijo John con cierto aire de egocéntrico — ¿Y tú querida tu familia es grande? ¿Eres la mayor? — Si algo, tengo 5 hermanas — ¿Solo mujeres? — Si — Pobre de tu padre. Y a que se dedica … me refiero a tu padre — Mi cielo deberíamos seguir con nuestros planes — Aolo dame unos minutos mientras resuelvo las dudas de tu tía querido. Bueno mi padre era médico y soy la hija más pequeña tiene ¿alguna otra pregunta su alteza? — No querida — Muy bien bebe – dijo a su nieto – es hora de pasear- dijo entregándole el bebe a Sebastián — bueno los veremos más tarde Ambos subieron al carruaje y comenzaron su paseo por el jardín
— ¿Traes lo necesario para el bebe? ¿no crees que se despierte? — Claro que se va a despertar su hora de comer será en un par de horas, pero no te preocupes — Está bien-dijo dándole un beso en la mejilla — Tu tía… — Lo sé es un caso — Y tu primo… — Siempre ha sido así, en especial conmigo, con Gabriel siempre quiso quedar bien porque era el futuro rey — Extrañaba estos paseos por el jardín — Y yo te extrañaba a ti — ríe y se acerca a los labios de su esposo- He estado pensando — Yú siempre estás pensando, es más a veces creo que lo haces demasiado pero exactamente… — En que odio aceptarlo pero mamá tenían razón — ¿En que? — Ella dijo que yo era afortunada por que tu escogiste, y que aún que en ese momento no lo creyera te llegaría a amar, y es cierto nunca imagine que pudiera amar tanto a alguien y pienso en que hubiera pasado si no te hubieras empeñado a casarte conmigo — Eso no habría pasado — ¿Porque lo dices? — Porque desde que te vi no pensé en otra cosa que no fueras tu — ¿Y si mamá a pesar de todo no hubiera aceptado? — Bueno habría tratado de conquistarte y después convencerte a huir conmigo — ríe- ¿Y crees que hubiera sido muy sencillo? — O no... yo sé que sería muy difícil, si ya estando casados tardaste casi un año en enamorarte de mí, y no quiero imaginar cuanto tardaría en enamorarte sin vivir juntos y saliendo a escondidas. Pero no habría importado el tiempo ni el esfuerzo por ver esa mirada en tus ojos todo habría valido la pena — Mi dulce Sebastián enserio te amo- dijo para después darle un beso en los labios
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El viaje duro varias horas y después de la cena el rey Henry y el príncipe Sebastián regresaron al campamento