Una joven es obligada a casarse con un príncipe para ayudar a mejorar su posición económica, a pesar de que apenas lo conoce.
¿Cual será su destino? ¿Lograra amar a su esposo algún día? ¿Como llevará este cambio de vida?
Mientras tanto en el campamento Ambos ejércitos estaban agotados, se habían perdido muchos soldados de ambos lados.
— Su alteza real – dijo entrando la carpa donde estaba Sebastián- hay un mensajero francés que desea hablar con usted tiene un mensaje — Si es sobre la batalla debe hablarlo con su majestad — lo que pasa su alteza es que su tío y su padre han regresado a York por unos días ya que su padre se ha sentido mal — ¿Porque nadie me dijo nada? — Su majestad pidió que no le dijéramos nada hasta que supiéramos sobre la salud de su alteza — ¿Porque lo llevaron a York y no a Escocia? — Es que su madre se encuentra en York con su esposa — ¿Hay algo más que no me estés contando? Porque al parecer yo soy el último en enterarme de todo. — Bueno su alteza… — Vamos dime… — Hace unos días cuando fui al otro campamento mi esposa me envió una carta, contándome que sus padres iban a su casa
— Eso no es raro — Si lo sé, pero esta vez era diferente dado el estado de su alteza real — ¿Te refieres al embarazo? — Lo que pasa es que fueron porque su alteza real la princesa Angela — ¿Que le paso a mi esposa? — Su madre y su esposa recibieron la noticia de la muerte del príncipe, pero al parecer estaba a medias y tal fue la preocupación de no saber si se trataba de usted que… — ¿Cómo esta?
— Su hijo esta saludable y su esposa… — Collin por dios deja de darle vueltas y dime — Se adelantó el parto y su alteza estaba muy débil al menos es lo último que supe — Su semblante cambio drásticamente y se acercó muy molesto a collin- ¿Y eso hace cuanto fue? — Hace como una semana su alteza — Sebastián golpea la masa que tienia en frente y dice casi gritando- me iré hoy mismo a York a verla
— Su alteza no se puede ir el mensajero espera afuera — suspira— Está bien lo recibiré y luego me iré, y tú no te puedes mover de aquí — Si su alteza real, disculpe ¿puedo hablarle como su amigo? — Si claro— dijo más tranquilo — Sebastián lo siento, quería decírtelo, pero tu padre y tu tío fueron muy claros — Lo entiendo, lamento haberme alterado así — Yo habría reaccionado igual O peor, pero bueno lo mejor será que pase al mensajero para que te vayas —dijo haciendo una reverencia
Segundos después de que sale entra acompañado un hombre alto de uniforme que hace una reverencia a Sebastián antes de entrar — Su alteza real — Señor dígame ¿qué mensaje me trae? — Su majestad el rey Philip pide que reconsideren un trato para terminar con esta batalla, así que para que lo piensen el rey les dará 72 horas y su majestad los esperara en el centro del campo de batalla- entonces su alteza real ¿aceptan la tregua? — Dígale a su majestad que aceptamos la tregua y que lo veremos en tres días con una respuesta — Hace una reverencia- Gracias por su tiempo su alteza real- y el hombre se retira — Vaya estos franceses son muy directos — Mejor Collin, bueno me voy antes que se haga más tarde.
Estaré solo unas cuantas horas Sebastián salió del campamento montado en su caballo. A la mañana siguiente estaba llegando a York.
Mientras tanto en casa, Angela seguía bajo vigilancia médica ya que aun que ha recuperado su color y se veía fuerte, ella aún se sentía cansada así que para no arriesgarse tanto como Peter y el Dr. Harrintown vigilaban la salud de Angela.
Ella estaba durmiendo a Thomas mientras que Adelina estaba terminado de alimentaba a su bebe, cuando Adelina acostaba a su bebe en la cuna continua se sobresaltó al ver a alguien en la puerta de la habitación
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— Hace una reverencia- Su alteza real- dijo para después reiterase de la habitación con su bebe
Angela voltea pensando que le hablaba a ella, pero se da cuenta de la presencia de Sebastián, deja al bebe en la cuna y este se acerca a su esposa y rápidamente queda a unos pocos centímetros de su rostro. — Le dan un beso en la frente- Mi ángel lamento no haber estado contigo en estos momentos, me entere apenas ayer y yo...— es interrumpido por Angela, que puso dos de sus dedos en sus labios — No te preocupes lo sé, lo entiendo, lamentó que te enteraras así, no quería que te preocuparas — No te preocupes- dijo para después darle un beso en los labios- ¿cómo estás? ¿cómo te sientes? — Estoy mucho mejor. Pero mejor tu cuéntame ¿cómo has estado? Debe ser difícil estar en el campo de batalla. — dijo abrasando a Angela de la cintura- Bueno es difícil, pero afortunadamente terminara pronto
— ¿Enserio? — Si el rey philip ha pedido un trato y nos dio 72 horas para pensar en que le vamos a ofrecer. Supongo que ya no tienen los recursos para seguir manteniendo la guerra. — ¿Y nosotros sí? — Siéndote sincero no por mucho tiempo mas — ¿Y que le ofrecerán? — No lo sé es decisión de mi tío, él es el rey — ¿Y cuánto tiempo te quedaras? — Me iré en un rato- un débil quejido interrumpió la conversación llamando la atención de Sebastián
— ¿Quieres conocer a tu hijo? Sebastián solo asintió y se acercaron a la cuna donde el bebe dormía, Angela lo tomo delicadamente y se lo acerco a Sebastián — Míralo- dijo meciéndolo lentamente para evitar que se despierte- ¿quieres cargarlo? — ¿Y si lo tiro? O ¿lo despierto?, A demás estoy muy sucio, yo... — Tranquilo, no lo vas a tirar, mira pon tus brazos como yo los tengo- Sebastián la imito y Angela puso delicadamente al bebe en sus brazos — Sonríe al ver a su bebe en sus brazos- Están pequeño — Si- sonríe- tu madre dice que se parece a ti — No, él es más bonito- despega un momento sus ojos de su bebe que se encuentra durmiendo en sus brazos para mirar a Angela- Gracias — ¿Por qué? — Por todo, por él, por estar aqui, por esperarme tanto tiempo- Angela se acerca y le da un beso a su esposo
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