Capítulo 25

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Les disparo en la cabeza a los hombres que hay en la puerta, no les doy tiempo de reaccionar.
Con una patada en la puerta ingreso lo más rápido posible, los hombres, que en realidad eran 4, comienzan a disparar, pero soy más rápido y termino disparandoles a todos.

Camino a pasos gigantes por aquel lugar intentando localizar a Rosie pero no encuentro nada.

Unos minutos después escucho unos ruidos pero no logro entender de donde vienen, me oculto para poder observar que sucede.

2 hombres llegan con Rosie, uno a cada lado de ella y un tercero atrás de ellos.
Veo como se dan cuenta de lo que ha pasado, de sus hombres en el piso, el hombre que iba atrás se adelanta para tomarles el pulso. Es mi oportunidad.

Salgo rápido de mi escondite y disparo a los dos hombres al mismo tiempo, quedando sólo uno, teniendo a Rosie por el cuello apuntandole con el arma a la cabeza.

- M-Mark - dice ella; puedo ver que está muy asustada, lo cual es obvio.

- Cierra la maldita boca - le grita el bastardo mientras presiona el arma en su sien -

- Nena - respondo soltando un suspiro de alivio, a pesar de todo ella está bien, puedo ver como una lagrima baja por su mejilla

Todo estará bien, no te preocupes, me aseguraré de ello.

Sin dirigirle palabra a aquel hombre corro hacia ella, el hombre se adelanta y me dispara en el brazo pero no dejó que eso me debilite, no ahora. Consigo dispararle al hombre que la tenía.
Me acerco hacia ella para quitarle una soga que tenía atada en las manos.

- Gracias por venir a salvarme - dice y me da un fuerte abrazo, al cual le correspondo.

- No tienes nada que agradecer -

Pero yo no contaba con que había un hombre más; justo a mi lado.

Por las botas de Cristóbal Colón.

Todo pasa muy rápido, siento varios disparos impactar en mi cuerpo, siento como caigo al piso y todo se empieza a volver negro.




Un amor peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora