Capítulo 41

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Y así efectivamente, mi padre me envió los datos de aquel chico.

- Daniel
- 19 años
- Estudiante de negocios internacionales
- 1.87 de estatura
- Hora de la cita : 7:45 pm
-Lugar : Adam's luxury restaurant.

Y más cosas que no me molesté en leer porque no me interesa.

Me debato entre contarle o no a Mark, no quiero ponerlo tenso pero tampoco quiero ocultarle algo así.

- Mark? - digo llamando su atención

- Dime mi amor - responde dejando lo que estaba haciendo para darme toda la atención a mí.

Dios mío, no quiero decirle.

- Mi padre acaba de llamarme, él... Me pidió que hiciera algo y quería contartelo.

- Okay, dime - dice cruzandose de manos

- Mi padre me dijo que ya tengo 18 años, que necesita que tenga a un hombre a mi lado dispuesto a protegerme - digo con cautela.

- Para eso estoy yo- dice alzando una ceja

- Lo sé, dijo que tengo que casarme, arregló una cita con un chico y tengo que ir - termino diciendo de manera rápida.

- Qué? Tienes que ir? - pregunta tensando la mandíbula.

- Sí, el otro chico es hijo de alguien importante, y supongo que también va obligado, veré si podemos llegar a un acuerdo, no te preocupes - digo, trataré de persuadir a aquel chico.

- Está bien pero tengo que ir contigo, iré como tú guardaespaldas, pásame los datos de la cita.

Joder, lo que menos quería, que él estuviera ahí.

- Bien - digo yéndome del lugar.

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Termino de arreglarme para el lugar de la cita, bajo a la sala y ahí está Mark, usando su uniforme, hace siglos no lo veía con eso puesto, se ve realmente sexy.
Antes de salir de casa le doy un beso, auto convenciendonos de que todo saldrá bien.

Llegamos al lugar de la cita y afuera habían al menos 5 camionetas negras, vaya manera de intimidar.

Entramos y allí estaba el chico.

- Buenas noches, soy Rosie - digo ofreciéndole la mano

- Que tal, soy Daniel - dice estrechando mi mano.

En el lugar éramos 4, nosotros dos, su guardaespaldas y Mark, los demás estaban en sus carros custodiando el lugar.

Daniel se levanta y corre la silla para que yo me pueda sentar, al menos es caballeroso.

Después de hablar y conocernos un poco mejor, decido tocar el tema.

Bueno, a lo que vine.

- Escucha, sinceramente no quiero casarme, siento que estoy muy joven y aún tengo mucho que disfrutar, supongo que también viniste por presión y que no te interesa este matrimonio, entonces pensé que podríamos llegar a un acuerdo para no llevar la boda a cabo - digo mirándolo a los ojos.

- No te niego que vine sin querer nada, sólo por presión de mis padres, pero después de verte no pienso dejarte ir, llevaremos la boda a cabo- dice con una sonrisa arrogante.

Por las chanclas de Moisés, esto no era lo que esperaba.

Un amor peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora