Capítulo 32

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Decidí seguir tomando, no tengo nada mejor que hacer, por ahora.

Siento una mano en mi hombro y me volteo, es Mark.

- Estás ebria, creo que es hora de irnos- dice susurrandome al oído, a lo cual mi piel se eriza.

- Uno más - digo como puedo, me pesan las palabras.

- Andando - dice y me carga sobre sus hombros hasta llegar al carro.
Ya ahí me pone el cinturón de seguridad y procedemos a ir a casa.

Llegamos, me bajo del carro y entro a la casa, todo está muy oscuro.
Detrás mío entra Mark.

La luz de la luna que se cuela por la ventana da directamente al rostro de Mark, es realmente lindo.
No puedo resistirme más y me lanzo a sus labios, beso al cual Mark me corresponde.

Un beso suave, lento pero necesitado, con ganas de más.

Comienzo a desabrochar su camisa y bajarla por sus hombros para después dejar cálidos besos por allí.

- E-espera - dice Mark entrecortado

- ay por favor, ahora qué?- digo mientras voy subiendo por su brazo hasta su cuello

- Te dije que mientras estuvieras ebria no pasaría nada entre nosotros - dice agarrandome de los hombros y mirándome a los ojos

Ay por favor.

- Pero no lo estoy - vamos, no me lo creo ni yo

-créeme, estoy más que consciente de lo que estamos haciendo - digo para después abalanzarme a sus labios

- No quiero quejas mañana - dice sonriendo

Oh créeme, no las habrá.

Nos vamos retirando cada prenda, hasta que sólo quedamos en ropa interior.

- yo me encargo - digo y bajo hasta su bóxer

Agarro la orilla del bóxer y voy bajandolo lentamente, puedo escuchar los suspiros de Mark.
Su miembro, gran miembro en realidad, queda a la vista.
Voy repartiendo besos por todo su abdomen para luego poner su miembro en mi boca.

- Te gusta? - Pregunto mientras escucho sus suspiros

-Me encanta - responde y es justo lo que necesitaba.

Esto es sólo el principio.








Un amor peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora