Capítulo 35

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Abro el regalo y era una pulsera Pandora junto con un collar, no puedo creerlo, es la misma pulsera que hace varios meses le dije que me gustaba.

- Muchas gracias- repito feliz

- Nada que agradecer, sólo quiero verte feliz- dice sonriéndome

Escuchar esas palabras me aceleran el corazón, pero me tengo que controlar.

Ya siendo la hora del almuerzo salimos a un restaurante a comer.

El día se pasó súper rápido estando con él, después de comer fuimos a un lugar de juegos y después al cine.

Ya se está haciendo de noche, pensé que íbamos a casa pero no fue así.

- Vamos a cenar- dice Mark guiñándome el ojo, dios   mío.

-En serio?- digo emocionada como niña chiquita, aún no quería ir a casa

- Parece que nunca hubieras salido a comer, claro que sí, vamos- dice riéndose, lo cuál me avergonzó un poco

- Pero hace mucho tiempo no salía a comer contigo- digo para mí misma.

Llegamos a un restaurante súper elegante, pero estaba completamente vacío, podría ser..?

- Reservé el lugar sólo para nosotros dos - dice sacándome de mis pensamientos

- Qué?- digo asombrada, es un lindo gesto.

- Sí, es TÚ cumpleaños, quiero que la pases bien-

- Gracias, en serio- digo muy emotiva, nadie había hecho eso para mí.

-Nada que agradecer- dice y nos ubicamos en una mesa con vista a toda la ciudad, era realmente hermoso.

Disfrutamos de la comida, estaba exquisito, también charlamos de diferentes temas como su vida personal, jamás habíamos hecho eso.

Mi teléfono suena a mitad de conversación, le doy vuelta y veo que es mi padre. Ahora que lo pienso, no pensé en él en todo el día.

- Bueno?- digo contestando la llamada

- Dónde estás cariño?, saqué tiempo para venir a casa a celebrar tu cumpleaños y no estás- después de que dijo eso me sentí mal, hace mucho no compartía con él, escucharlo decir eso realmente me hizo extrañarlo.

- Salí a comer, lo siento, no te avisé antes- le respondo cabizbaja

- Puedes venir? O aún no has comido?- me pregunta a lo cuál sin duda respondo.

- Ya terminé! Ahora mismo voy para allá, espérame- digo y cuelgo la llamada, podré estar muy feliz acá, pero vamos, es mi papi.

-Papá está en casa- le digo a Mark, puedo ver cómo se tensa
- Nos podemos ir ya?- respondo a lo que él asiente y salimos del restaurante.











Un amor peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora