Capítulo 45 (Final)

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Nos acomodamos en las sillas de adelante, el padre llegará en unos minutos.

Mientras esperamos Mark saca de su bolsillo la caja de los anillos.

Diablos, ni siquiera había pensado en los anillos.

Mark abre la caja y la extiende hacia mi.
Son realmente hermosos.

- Dios, me encantan - digo sonriendole

- Me alegra que te hayan gustado, dure 3 horas escogiendolos - dice riendo

Mark saca de la caja su anillo y me lo da, cuando el cura de la orden se lo pondré.

El cura entra en la iglesia y nos acomodamos finalmente.

Empezó la misa.

Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de este amor ante el Ministro de la Iglesia y demás personas. Cristo bendice su amor conyugal, y él, que los consagró un día con el santo Bautismo, los enriquece hoy y les da fuerza con un Sacramento peculiar para que guarden mutua y perpetua fidelidad y puedan cumplir las demás obligaciones del Matrimonio.

Sacerdote: Mark y Rosie, ¿vienen a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?

-  Sí, venimos libremente - respondemos al mismo tiempo.

Sacerdote: ¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?

- Sí, estamos decididos.

Sacerdote: ¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de
Cristo y de su Iglesia?

- Sí, estamos dispuestos.

Así, pues, ya que quieren contraer santo matrimonio, unan sus manos, y manifiesten su consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Mark, recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y
cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus
vidas?

Antes de que Mark pueda responder, escuchamos como se abre la puerta de la iglesia, en la cuál dónde antes habían 5 personas, sólo quedaban dos.
Por la puerta aparece una persona, pero la luz no deja ver su rostro.

El hombre se acerca poco a poco, ya estando bien cerca pudimos verle el rostro
Era papá.

Volteé a mirar a Mark con pánico en mis ojos, no sé que hacer.

- Bueno, bueno, bueno, y que vivan los novios no? - dice riendo sarcásticamente

- Papi - digo mirándolo pero él no me miraba a mi.

- Entonces los rumores eran ciertos, aquí estoy confirmandolo - continúa diciendo.

Entonces esas tres personas..no estaban rezando.

- Te confié a mi hija, mi única hija, te confíe su vida y su seguridad, pero te aprovechaste de eso - mientras escucho esas palabras no puedo evitar llorar.

Este día de ensueño se convirtió en una pesadilla.

- Señor, lo siento mucho, pero yo amo a su hija, estoy dispuesto a cuidarla por el resto de mi vida, nada va a faltarle, sólo quiero hacerla feliz - dice Mark con voz fuerte, aunque sé que por dentro debe estar nervioso.

- Teníamos un trato, Mark, no puedo creer que me hayas defraudado de esta manera - dice dando unos pasos hacia atrás.

Para este momento no quedaba nadie en la iglesia, ni siquiera el cura!! Dónde carajos estaba.

Después de que papá retrocedió unos pasos, mete su mano en la pretina del pantalón y saca su arma apuntando Mark.
No dudo ni un momento en ponerme en frente de Mark, lo haré cambiar de opinión, papá jamás me haría daño a mi o a los que quiero.

- Papá, que estás haciendo?? No querías casarme y que yo tuviera a alguien que me cuidara y me hiciera feliz?? Míralo!!! Es él, él me hace feliz, baja tu arma por favor - digo mientras lágrimas bajan por mis mejillas

- Lo siento hija, teníamos un contrato y él ha roto su palabra -

- Emet!! - escucho que grita mi padre, después de eso llega alguien él cuál me agarra los brazos y me corre de dónde estaba, dejando a Mark frente a mi padre, miro hacia atrás y vaya sorpresa, el tal Emet era uno de los que estaban sentados al iniciar la misa.

Un sonido ensordecedor me hace regresar la vista hacia mi padre, le había disparado a Mark.

Después del primer disparo vino otro y otro más, así hasta descargar su arma.

- MARK!!! - grito safandome de aquel hombre asqueroso, corriendo hacia él, que yacía en el piso, el cuál estaba repleto de sangre y el luchaba por mantenerse despierto, mientras papá sólo nos observaba, no puedo creer que me haya hecho esto.

- Mark por favor, no te duermas, por favor, tenemos que estar juntos, superamos muchos problemas juntos y este sera uno más de ellos, por favor Mark - digo llorando desconsoladamente mientras veo que cada vez está más pálido.

- A-acepto, acepto ser tu esposo, te amo, te amo como nadie en el mundo, p-por favor sé feliz - dice con un último aliento mientras sangre le brotaba por la boca.

- No, no puedo, como voy a ser feliz sin ti? Por favor, aguanta un poco más - digo presionando una de sus heridas pero son demasiadas

Poco a poco, Mark dejó de respirar, su cuerpo pálido y ensangrentado quedó en el suelo.

- Te amo, te amo mucho - le digo casi gritando a su cuerpo, ya sin vida.

Abro la chaqueta de Mark y saco su arma.

-No puedo vivir sin ti, recuerdas que pedí un deseo en mi cumpleaños? a toda costa se cumplirá- le susurro a Mark, dándole un beso en sus labios.

Narrador omnisciente.

El papá ya satisfecho de su cometido se da la vuelta para irse, pero un sonido ensordecedor lo detiene, incrédulo se da vuelta y ve a su hija en el piso, de la mano con Mark, se había suicidado.

Él corre hacia su hija, pero ya es muy tarde, él mismo ocasionó su muerte.
Llorando desconsoladamente le pide perdón a su hija, mientras le decía que no creía que ella haría eso, pero su arrepentimiento no la devolvería a la vida.

Y así fue como efectivamente se amaron hasta el tiempo que duraron sus vidas.

Fin.

Un amor peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora