Capítulo 3. Aquel error que te marcó

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Sergio fue hacia el despacho de Santana para saber cómo estaba. Llamó a la puerta, sin embargo, nadie abrió. Escuchó su voz al otro lado, probablemente estuviera hablando por el móvil. Se apoyó allí mientras veía a algunos trabajadores pasar de un lado a otro, como si el mundo acabase en unas horas y tuvieran que dejar todo finalizado antes de que sucediese. Al fondo, vio la puerta del despacho de Raúl abierta. Se le distinguía a pesar de la distancia, estaba sentado, concentrado en lo que había tras la pantalla del ordenador. Siguió observándole durante unos minutos, era distinto a las personas de prácticas que habían estado allí anteriormente, él sí se tomaba en serio su trabajo.

Mientras el fotógrafo estaba absorto en sus tareas, alguien se acercó hasta él y le puso la mano en el hombro, haciendo que este diera un respingo.

Una chica que no conocía de nada estaba a su lado, se presentó después de darle dos besos. Era una de las modelos, también conocía parte de su carrera porque llevaba tiempo trabajando con Sergio. Alguna vez, Santana le habló de ella pero ya no recordaba su nombre.

Aquella mujer destacaba por su increíble melena negra, que llamaba la atención al tener una piel blanca como la nieve. Unos ojos oscuros enormes adornados con inmensas pestañas acaparaban su rostro. Su pintalabios rojo intenso destacaba en su cara.

—Hola corazón, debes ser el nuevo. Yo soy Rocksy, encantada— le dejó la marca de sus labios en ambas mejillas.

—Hola Rosi, soy...—

—Rosi no. Rocksy, de rock— le cortó para corregirle.

—Perdona. Mi nombre es Raúl, soy el fotógrafo en prácticas— sonrió intentando ser agradable, aunque en ese momento preferiría estar solo para continuar con su trabajo.

La chica le miró de arriba abajo con entusiasmo. Salió de allí sin volver a decir nada y a los pocos minutos apareció con un donut fondant.

—Para ti, corazón. Descansa un rato, normalmente aquí los becarios hacen un par de cosas sin importancia. En cambio, a ti te veo a tope y eso es de admirar— le dejó el dulce sobre la mesa.

Raúl le agradeció, después dio un bocado a aquel delicioso bollo que le alegró la mañana.

—Me gusta tomarme en serio mi trabajo. Debo esforzarme al máximo si quiero conseguir mis propósitos— añadió mientras se terminaba el donut.

Durante la siguiente media hora, la conversación continúo mientras el chico finalizaba todo lo que tenía por hacer. Rocksy parecía simpática, al menos era mucho más agradable que Sergio. En esos minutos de charla, se dio cuenta de la alegría y positivismo con los que esa chica se enfrentaba a la vida. Puede que fuera demasiado pronto para pensarlo, pero seguramente acabaran siendo grandes amigos.

Cuando por fin llegó a su casa, después de comer y darse una ducha, tuvo un rato para revisar las redes sociales. Se metió en Instagram, donde tenía una foto etiquetada que había subido su amiga. En la imagen solo salía él tirado en la cama, recordó el momento cuando Santana le dijo que aquel día estaba demasiado guapo y le hizo la foto. Debajo, había un precioso texto que la chica le dedicó.

"Un alma pura y bondadosa, un corazón enorme, un ser de luz. Agradecida a la vida por tenerte, eres maravilloso (también el más sexy). Te adoro "

Comentó en la foto, después se guardó el móvil y fue a comprar. A la vuelta, de nuevo le echó un vistazo empezando a leer los mensajes de sus amigos.

Perracas

Javi, Rafael, Raúl, Santana

Santana

Abrázame como si nadie nos vieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora