Capítulo 39. Te pienso a cada hora

31 1 0
                                    


     El grupo entero tenía entradas para el concierto de Íker. Decidieron colocarse en mitad de la pista, así disfrutarían más que estando en el reservado y dejarían a las fans poder vivirlo lo más cerca de él posible. Se lo pasaban de vicio cantando, saltando, bailando... Aún les costaba creer que encima del escenario estuviera su amigo dedicándose a lo que siempre había soñado. Al terminar la canción, quiso decir unas palabras a alguien que se encontraba allí.

—Ahora cantaré un tema que escribí hace bastante. Lo hice pensando en la única chica que he amado hasta hoy y que está en esta sala— Clara se quedó parada, mirándole con expectación—. Las canciones de amor que todavía canto son para ella. Fui imbécil por perderla, juro que es la persona más maravillosa que existe.

La rubia fue abriéndose paso hacia el escenario hasta que una fan intentó increparla diciendo molesta que volviera a su sitio. Ella le dio un pisotón y continuó para colocarse enfrente de él. Íker se agachó, perdiéndose en sus ojos marrones.

—Aún te quiero y siempre lo haré. Perdóname por todo el daño que te causé. Me he dado cuenta que lo más importante en esta vida es tener amor, yo tuve el tuyo hasta que lo perdí— le acarició la mejilla. La mirada de Clara se enterneció—. Esto es posible gracias a ti.

Empezó a cantar mientras ella le miraba orgullosa, en silencio, mientras los demás movían sus manos de un lado a otro con la linterna del móvil puesta iluminando la estancia. Cuando volvió con el resto, le mostró el dedo corazón a la fan de antes.


Al finalizar el concierto, todos fueron a los camerinos. Después de un rato charlando, Íker les pidió que salieran un momento para hablar a solas con Clara. Esta guardaba silencio, a la espera de que él empezara a contarle. Llevaba puesta una camiseta negra de tirantes del merchandising con la que se le veía el sujetador por los lados y unos pantalones vaqueros rotos por las rodillas. La ropa de él era parecida, exceptuando el color de la prenda de arriba, que era blanca.

—Lo de antes ha sido bonito, gracias— dijo impaciente, adelantándose al chico. Este puso media sonrisa.

—Quiero besarte por última vez. Hace años que no lo hago, no sabes cuánto lo deseo. Necesito volver a probar, al menos, tus labios— le agarró la cara con la mano—. Solo si tú quieres.

Clara le miró dudosa. Aquello era lo último que esperaba que le pidiera. Podría negarse sin problema, ya pasó mucho tiempo desde que no estaban juntos. Sin embargo, se sentía atraída por la idea. Se acercó más a él y se besaron. Un enorme cosquilleo inundó las entrañas de Íker, que la agarró el rostro con ambas manos para continuar besándola con pasión. Ella le sujetó por la cintura, disfrutando del momento. Al separarse, se miraron durante unos segundos.

—Siento algo en el estómago— comenzó a decir el cantante.

— ¿Retortijones?— bromeó Clara, aunque con voz muy seria.

El chico puso los ojos en blanco.

—Son como... mariposas— susurró, mirando su boca.

La rubia se giró, dándole la espalda. Caminó por el camerino, pensativa. Volvió a detenerse delante de él, con cara de circunstancia.

—Joder, yo no he sentido nada. Me ha gustado mucho, pero... —dijo con un suspiro—. Pensé que siempre te querría, todos estos años lo he supuesto a pesar de todo. Nunca creí que mi amor por ti acabaría. Me engañé a mí misma, hace mucho que sucedió.

El corazón de Íker se rompió. Si creyó que aún tendría alguna posibilidad, se esfumó de repente. Clara pudo ver un cielo a punto de llover en sus ojos. Sintió lástima.

Abrázame como si nadie nos vieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora