¿De Quién Es La Corona? [KageHina]

14. Laberinto sangriento

————————》✧《————————

LABERINTO MAGICO - JARDIN DEL CASTILLO KAGEYAMA

【ADVERTENCIA DE CONTENIDO】

Esta parte de la historia contiene violencia, lenguaje malsonante y sangre, leer bajo discreción y con cuidado.

Una lanza se clavó en el centro del alto árbol cerezo. Aquella arma filosa pasó justo encima del peli naranja y el príncipe Tobio. Si Shōyō no hubiera reaccionado a tiempo, quizás ahora sufrirían consecuencias graves.

La pareja yacía en el suelo, Shōyō se encontraba petrificado encima de Kageyama. Se había abalanzado sobre él al ver el destello de aquella arma, la cual se avecinaba a su objetivo a toda velocidad. Cuando levantó la mirada a duras penas la mirada, se encontró con dos pares de pies, los cuales se acercaban lentamente hacia ellos murmurando algo con una voz ronca.

—¡Oye enano! ¡Si, tú idiota! Apartarte lentamente del príncipe. No te metas y nadie saldrá herido. — murmuró el más alto.

—Daremos un pequeño paseo con el niño de los ojos azules. — le siguió su compañero.

Hinata en aquel momento, sintió la ira hervir en todo su ser. Se atrevían a menospreciarlo y tenían la obvia intención de hacerle algo malo al príncipe. Y lo que era peor, habían arruinado uno de los momentos más importantes en su vida.

—¿Se atreven a darme órdenes? Desgraciados...— murmuró el pequeño lanzándoles una mirada fulminante.

De un solo salto, Hinata se puso de pie adelante de Kageyama con pose defensiva. Ahora si podía ver correctamente a las personas que los amenazaban. Ambos sujetos eran altos y destacaba un poco de su musculatura, sus ropas de seda eran de color verde militar, pero estas no eran nada elegantes. Unas pañoletas destacaban en sus rostros, cubriéndolos a la mitad y dejando solo visibles sus ojos.

"Sicarios... no, secuestradores... a juzgar por lo que tiene en el cinturón son del reino de Date, pero ellos no tienen tanto dinero para usar seda... son de otro reino..." pensaba con rapidez Hinata, analizando todo lo que veía.

Dos cosas destacaron ante la vista del peli naranja. La primera era la apariencia física de ambos, pues no podían ser más diferentes el uno del otro, tanto que resultaba llamativo. Uno era evidentemente extranjero, no solo lo intuyó por el acento y la tez morena, también portaba una especie de oz de mano, arma inusual en Japón. El otro era de tez clara, evidentemente japonés, tenía una katana que se partía en dos, un arma que Shōyō pensó, fue fabricada especialmente. Sus ojos verdes le parecieron intimidantes.

Lo segundo a notar, era el cinturón del ojiverde, donde tenía varios frascos amarillos, pero sin duda lo que causaba un escalofrió en su ser, era aquel envase con un líquido verde brillante en su interior.

—Oye S, yo me encargo de la miniatura. No tomará mucho. Tú eres más flexible, ve por el objetivo. — dijo el muchacho moreno.

—No lo subestimes O, algo no me gusta. Pero yo me encargo de su alteza. — contestó el ojiverde blandiendo su katana con dirección a Tobio.

Hinata saca rápidamente su arma de unos de sus bolsillos. Una de sus especialidades, la daga con una cuerda larga. Los enemigos se lanzaron al ataque, Shōyō saltaba encima del llamado "O" y lanzó ataques sincronizados con su daga, eran técnicas pulidas imitando los ataques de una serpiente. La pequeña daga con la oz del contrario chocaba en el aire y sacaban muchas chispas.