Inevitable Tentación [Borrador]

1| La cena

Allie

-La cena

19 de agosto, 2009

Estaba pensando en Liam cuando comenzó mi día. Tal vez era por su increíble y sexy... cuerpo o quizá era su capacidad para tener a la chica que quisiera a sus pies.

No importaba. Fuera lo que sea estaba pensando en el. Y lo odiaba con todo mi ser por eso. Lo odiaba, lo odiaba. ¿Por qué tenía que estar tan bueno? Supe que era mi perdición desde el primer día que lo vi.

Lo odiaba. Cambiando de tema, tenía que pensar en otra cosa que no involucrara el nombre de Liam Anderson.

Si algo me ponía los pelos de punta eran las cenas de negocios de mi padre, incluso las familiares. Agosto era un mes importante para mi familia pues mi padre acostumbraba a dar una cena cada tres meses. Eso no es lo importante ahora, tenía los nervios de punta porque invitó a la familia Anderson.

Y aún así su nombre venía a mi mente. Jódete Anderson

Hasta mi madre se sorprendió cuando dijo que ya les había mandado una invitación personal. ¿Cuál era el problema? Las familias no podían ni toparse.

Otro problema, fui muy amiga del hijo de la familia Anderson, se llama Liam y era hijo único. No duró mucho debido a la rivalidad de las familias, a pesar de eso, no me impidió sentir un crush con él.

Con el tiempo —poco, en realidad— se me fue pasando el amor que sentía hacia él, me alejé no sin antes mandarle una carta confesándole mis sentimientos. Pero, nunca me contestó y me evitaba. Era un imbécil.

Al entrar a la preparatoria nos distanciamos más y más.

Pero es que ese chico era tan guapo y sexy... era un año mayor que yo así que para el 2009 él ya tenía sus veintiún años.

Otra cosa que me molestaba, le caían las chicas como si de lluvia se tratara, todas lo conocían y no es que él tuviera una reputación muy buena. Se rumoreaba que ya había tenido un trío con unas gemelas. Eso era raro, apenas tenía diecinueve años. Y yo apenas cumpliría dieciocho en diciembre. Además, eso hablaba muy mal de él.

—¡Adivina quien esta aquí! —gritó una voz que reconocí perfectamente.

—¿Hope?

—Así es, tu madre invitó a mi abuela, ¿no es increíble?

Realmente era fabuloso, así no estaría a solas con Dylan. Hope era mi mejor amiga, pero ya tenía veinte años; ya estaba en la universidad y casi nunca podía verla

Vivía con su abuela porque según tenía entendido y esperaba que no fuera otro de los chismes de mi madre. La mamá de Hope la abandonó para irse con otro hombre. Y su papá estaba muerto. Murió de cáncer.