Inevitable Tentación [Borrador]

14| Ignorada

Maratón 1/3

Liam

Allie caminaba con los hombros caídos, tal vez la pelea con Hope estuvo fuerte y esa era la razón. Tenía que poner las cartas sobre la mesa, aclarar mis sentimientos y confesarlos.

Cada día que la miraba, sentía que caía a un vacío en el que solo estaba ella, solo podía pensar en ella.

—Allie.

—Dime.

—Se que te has preguntado porque te ignoré los últimos días —mencioné cruzándome de brazos —. La respuesta es bastante sencilla, con los proyectos de la universidad y el entrenamiento al que no he podido faltar no me ha dado tiempo de comunicarme contigo.

—Entiendo —murmuró Allie —, supongo que eres una persona muy ocupada. Seguro que esa chica te mantuvo demasiado ocupado. ¿Qué película vieron? ¿El regreso del gilipollas?

¿El regreso del gilipollas?

—Te diría que te mereces una explicación pero tú y yo no somos nada.

Allie entreabrió la boca, solo para después sonreír descaradamente.

—Tienes razón —murmuró. Se quitó sus gafas y cerró la bolsa donde estaban los cheescakes, me daba miedo cuando ponía esa expresión extraña —. De todos modos quiero una explicación.

—Ella es solo una amiga. Es de Alemania y está de visita con su familia. Es todo.

—Está bien...

—¿Por qué no me crees...? Espera, ¿qué?

—Te creo.

Allie prendió el televisor de la sala principal de su casa y respiró profundamente.

—Liam, sé que solo somos amigos. O algo parecido —murmuró tocando mi hombro —. Y también sé que tú sientes lo mismo que yo.

Tragué saliva con dificultad.

—Ni siquiera me dejas hablar.

—Scarlett habló conmigo el otro día. Me hizo ver algunas cosas que sospechaba y en este momento no las veo tan mal.

—¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Porque no le di importancia —respondió —. Es algo que ya sabía.

—¿Qué?

—Que no te van las relaciones y eso está bien, supongo. Te pareces a Hope.

—Oye, yo no tengo una relación y me acuesto con otras.

—Antes te veía como un mujeriego de mierda y ahora te veo diferente.

—Y sigues con lo mismo —puse los ojos en blanco —¿Sabes que? Piensa lo que quieras, Allie. Si quieres pensar que me acuesto con todo lo que se mueva, está bien. Ya me tienes harto.

—¡¿Qué?! ¡¿Yo te tengo harto?! Pues... pues tú también a mí.

—Ajá.

—Y eres... un hombre que no piensa en los demás. Ni siquiera te importó que fue lo que sentí cuando te vi con tu amiguita.

—Dijiste que me creías que solo era una amiga.

—Pues te creo.

—Te ves muy sexy cuando te enojas —murmuré acercándome a ella.

—Y más te vale que no te estés acostando con ella porque te juro que no te vuelo a hablar de tu vida... ¿que acabas de decir, Liam?

—Que te ves sexy cuando te enojas, bonita. Eso es lo que dije.