Capitulo Siete

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      ¿Estaba esperando un hijo de Inuyasha?

      ¿Su amante estaba embarazada? Aome se quedo helada, las lagrimas contenidas le picaban en los ojos sentía una presión en el pecho cuando intentaba respirar. Su cuerpo no funcionaba, y su mente no dejaba de repetir las palabras que Tom acababa de decirle.

      Ella había pensado que ya había pasado por lo peor al saber que Inuyasha la había estado engañando, que había roto los votos que ambos habían compartido. Al saber que Inuyasha le había mentido, que la había decepcionado y la había dejado sin tan siquiera un techo bajo el que vivir. Pero aquello era mucho peor. Aquel dolor impacto en ella como una guillotina.

      ¿Un hijo?

      Después de tantos años de pruebas, de tratamientos de fertilidad, de incomodidades, de humillaciones, de esperanzas frustradas después de cada fracaso. Inuyasha le había asegurado, una y otra vez, que no pasaba nada porque no tuviesen hijos. Que se harían viejos juntos, compartiendo muchos otros sueños.

      Aquella traición final no podía haberle hecho mas daño.

      Aome consiguió por fin tomar aire, encontró la fuerza necesaria para ponerse en pie, para recobrar la voz y decir en alto la palabra que se repetía en su cabeza.

      -¡No!

      -Aome, por favor. Sabia que iba a causarte una gran impresión.

       -No. No. ¡No! No puedo hacerlo. ¡No puedo! - miro a Tom con los ojos llenos de lagrimas- Y tu sabes por que.

      -Querida -dijo el, sin saber que añadir.

      -Pero yo no lo se- comento Bankotsu-. No entiendo por que no quieres respetar los deseos de tu marido, si tanto dices que lo querías, ni por que ignorarías las necesidades de un pobre niño indefenso.

      -No lo entiendes -dijo Aome

      -¿Que es lo que tengo que entender? -pregunto Bankotsu enfadado-. Le estas negando un hogar  a ese niño. ¿Qué clase de mujer eres?

      -Espere un momento, D'Angelo. No tienen ni idea de todo lo que perdió Aome al casarse con Inuyasha, ni lo que ha tenido que sufrir desde entonces. No tiene derecho a hablarle asi -replico Tom.

      ¿Cómo que no? Tengo todo el derecho, señor. Kikyo es mi hermana.

      -¿Kikyo? -repitió Aome con voz temblorosa.

      -Kikyo D'Angelo. La mujer a la que quería tu marido. Pero no te preocupes, yo me hare cargo de el niño. Soy su pariente vivo mas cercano, y tengo todo el derecho.

      -¿El derecho? ¿Y quien tenia derecho a alejar a mi marido de mi? .Replico ella mirándolo furiosa-. Hay algo mas ¿verdad? ¡Como conociste a Inuyasha? ¿Cómo la conoció a ella? ¿Cuéntamelo?

      -Aome, querida, eso no servirá de nada. No te hagas mas daño -intervino Tom Munroe preocupado.

      -Merezco saberlo.

      Bankotsu se puso en pie y la miro.

      -¿Lo mereces? Non cé problema. ¿Qué como conocí a Inuyasha? Por negocios. Hace tres años empecé a buscar proyectos en el que invertir aquí en Nueva Zelanda para diversificar mis intereses empresariales, y el me ayudo. ¿Y como conoció Inuyasha a Kikyo? Muy sencillo yo los presente.

      Aome se estremeció.

      -¿Tu?

      -Si, y nunca he lamentado tanto algo.

Amor y VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora