Elisabeth cerró los ojos cuando André la tomó de la barbilla y depositó un cálido beso en sus labios. Era suave, apacible, la besaba con firmeza pero con suavidad. Mientras ella sentía que se derretía de deseo en sus brazos.
- Vámonos de aquí - demandó - no quisiera despertar a mi hija o a Maya.
André asintió y ambos abandonaron el departamento.
El camino lo recorrieron en silencio. Elisabeth admiraba las luces de las calles canadienses y las majestuosidades de la vida nocturna, mientras André mantenía la vista en el camino y eventualmente miraba de reojo a Elisabeth para admirar su belleza, y cada que lo hacía, su entrepierna palpitaba, hacía años que no ardía de deseo de aquella forma.
Al llegar al hotel André se bajó y rápidamente rodeó el auto para abrirle la puerta del copiloto a Elisabeth.
Ambos caminaron por el Lobby hasta el ascensor y justo antes de entrar, André se detuvo.
- ¿Estas segura que quieres hacer esto? - Elisabeth lo tomó de la mano.
- Por supuesto que estoy segura - le sonrió - ¿Tu estas seguro?
André sonrió con malicia y se relamio los labios, nunca había estado tan seguro de algo.
Subieron al quinto piso y al entrar en la habitación ambos se quedaron de pie uno frente al otro.
- ¿Estás segura? - volvió a preguntar André.
Elisabeth asintió de nuevo.
- Estoy segura - repitió - solo quiero dejar algo en claro, no quiero que nos enamoremos, tengamos todo el sexo necesario para no morir de ganas pero que eso no cambie nuestra amistad.
André estuvo de acuerdo, tampoco se sentía en condiciones de entablar una relación amorosa con Isabelle, porque para él, desde que la había visto con el cabello rojo había dejado de ser Elisabeth.
- Ahora bien... - continuó - Me gustaría tomar una ducha ¿Quieres acompañarme?
André estaba impactado ante la seguridad avasallante de Isabelle y eso era lo que más le atraía en una mujer.
Elisabeth entró al baño y se encontró con que había una tina y la llenó con agua tibia, tener sexo luego de un baño caliente era el mejor sedante, se despojo de su ropa y se metió al agua.
André entró al baño cuando Isabelle estaba entrando a la tina y pudo ver su perfecto trasero completamente desnudo, su ereccion dio un salto, esa mujer tenía unas curvas increíbles.
Elisabeth le hizo señas con la mirada para que entrase al agua, no sin antes reparar en su miembro en una ereccion perfecta, ya estaba listo para la acción y ella tampoco quería esperar mucho, necesitaba apagar cuanto antes el fuego que estaba consumiendo su interior.
André se metió al agua justo frente a ella, el agua estaba tibia, cálida, como probablemente estaría el interior de la pelirroja frente a él.
Elisabeth se sorprendió de la forma tan intrépida como se estaba comportando, sin embargo, antes de arrepentirse, cerró el espacio que había entre ella y André para besar sus labios, se encontró con la misma boca cálida que hacia unos instantes en la casa, pero esta vez la besaba con hambre y esta vez sus manos no la sostenían de la cintura, esta vez sus manos comenzaron a acariciar los pezones de Elisabeth, haciéndola gemir.
André deslizaba sus manos por las curvas de la pequeña pelirroja mientras esta ronroneaba como un gato, sentía la intimidad de ella muy cerca de su miembro y no quería penetrarla sin usar un Condon, lo que menos quería era un accidente.
Elisabeth se sentó a horcajadas sobre él haciendo que el agua de la tina saliese e inundase parte del baño.
- Vayamos a la habitación - Sugirió André.
Elisabeth asintió y este la tomó en sus brazos sin dejar de besarla.
André se sentía excitado y extasiado. Podía besar los labios de Isabelle toda la noche y morir en esa boca. La puso sobre la cama sin dejar de besarla y se separó de ella solo un instante para buscar un preservativo en la mesa de noche, la escucho gemir y la vio hacer un puchero al alejarse, esa cara de nenita inocente podría enloquecerlo fácilmente.
Vistió su miembro en látex y se posicionó entre las piernas de Isabelle, estaba completamente depilada, sus senos perfectos, redondos y el abdomen completamente plano a pesar de haber sido madre, un cuerpo que le brindaba una vista deliciosa.
Elisabeth cerró sus ojos, aunque le gustaba lo que veía, tuvo un momento de miedo, hacia años que no estaba con nadie, no sabía si iba a dolerle. Lo primero que sintió fue como los dedos de André la penetraban primero uno, luego el otro.
- Estas muy mojada - murmuró él antes de inclinarse sobre ella y besarla nuevamente.
Elisabeth gemia y movía sus caderas suplicando en su interior que André acabase con aquel martirio, y como si escuchase sus pensamientos este se acomodó entre sus piernas y pudo sentir como el miembro de André comenzaba a invadirla.
Lo primero que salió de su boca fue una maldición,y luego un grito ahogado que murió en los labios de André, la penetracion dolía, y eso en parte era su culpa porque bien sabia que la falta de ejercicio atorfiaba los músculos.
André introdujo su pene hasta la mitad y se detuvo, Isabelle sudaba y hacía muecas de dolor, no podía continuar si le estaba haciendo daño.
- ¿Estas bien? - preguntó mientras le acariciaba el cabello.
Elisabeth abrió los ojos y se encontró con la mirada penetrante de André.
- Si - era la primera vez que estaba con alguien que se preocupaba así por ella - Es solo que no me he acostado con nadie desde...
André lo entendió pero también quedó sorprendido.
- ¿Qué? - no pudo evitar la incredulidad - Osea qué...
- Si André - Respondió Elisabeth - Tengo casi dos años sin tener sexo y...
André la beso, no quería explicaciones, entendía porqué la ex rubia estaba muriendo de deseo, necesitaba apaciguar las llamas y eso solo podía hacerlo si le daba unos buenos orgasmos.
Se movió suavemente sin dejar de besarla y al mismo tiempo acarició los pezones de Isabelle. Empujó un poco más y ya estuvo, ambos estaban completamente unidos.
Elisabeth sentía que iba a estallar de placer, André la tocaba, la besaba y empezaba a embestirla suavemente, aquello era una montaña rusa de placer que ella estaba gustosa de recorrer.
Gemia y se aferraba a la espalda de André mientras este entraba y salía de su interior, el escozor que había sentido en su interior era apaciguado por el calor que provocaba la fricción dentro de ella, estaba a punto de explotar, tanto tiempo sin tener sexo y hacerlo de esa forma era la mejor forma de volver a al ruedo.
André sintió las contracciones de la vagina de Isabelle, estaba a punto de venirse y él la acompañaría en su orgasmo. Aumentó la velocidad de las embestidas y al mismo tiempo ella aumentó sus jadeos, un gemido agudo llegó al mismo tiempo que el vaciaba su semem en el condon. Ambos vibraban de placer.
André salió de ella con cuidado, sin dejar el condon y sin lastimarla. Ambos respiraban con dificultad pero llenos de placer.
Elisabeth miró hacia la mesa de noche, el reloj marcaba las 2 am, al día siguiente estaría muerta de cansancio, pero feliz y satisfecha.
- ¿Repetimos? - le preguntó a André y vio como se dibujó una sonrisa malévola en su rostro, quería más y no pararía hasta estar completamente satisfecha, su cuerpo lo pedía y ella iba a cumplir su petición.
Heelloooo Chiquis!!
Capítulo corto y potente para no dejarlas intrigadas.
Espero sus comentarios y votitos.
Besossss
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No Tan Culpable ~ 🔞 ~ ( No Tan Inocente II)
RomanceElisabeth se ha marchado y ha dejado todo atrás, su vida, sus amistades y sus viejos amores. Cuando su vida parece tener algo de forma, su pasado parece pisarle los talones cada vez más. Pero ahora tiene otros motivos para luchar. Ya no es la misma...