La indomable Lady Sibylla (Saga por y para siempre #1)

Capítulo 5: Cena Sorpresa

Había pasado una semana desde la fiesta en casa de los Longbottom. Desde entonces, Sibylla y Eric habían coincidido tres veces: dos veces cenando en la mansión Knight y la tercera en otro baile. Ahora que estaba junto a sus amigos, reconocía cuanto los había echado de menos y le agradaba la reciente amistad con Eric. Ahora que habían pasado varios días desde la última vez, Sibylla esperaba ansiosa volver al verlo. En verdad,  disfrutaba de su compañía y no podía negar que sentía algo por el.

Como la mayor parte del tiempo se la pasaba con Katerina y Hazel,  no prestaba mucha atención a su tía Constanza, aunque era consciente de que quedaba mucho con sus amigos. Intuía que se traía algo entre manos y aquella misma noche lo pudo comprobar. Su tía había preparado una cena para sus amigos. Y dado que ella no tenia ningún otro compromiso, y tía Constanza había insistido, Sibylla se quedo a la cena.

-Sibylla, quiero presentarte a Lady Margot Creevey y a su hija, Mia.- dijo presentándole a una mujer mayor rubia, con una larga pluma en la cabeza y mucho colorete. Su hija se parecía mucho a ella, pero más apagada.- Lord y Lady Pierce.  Seguramente conocerás a su hija Isobel.- ambos les parecio igual de arrogantes y vanidosos que su hija. Los saludo y luego pasaron a un hombre alto y fornido, con el pelo negro, aunque le empezaban al clarear las sienes.- Este es teniente Sullivan. Es amigo del coronel Stackhouse.- Sibylla le saludo justo cuando el hombre mencionado aparecía por la puerta, acompañado de su hermana.- ¡Stackhouse! ¡Amelia!

-Buenas noches, Constanza. He de hablar contigo y contarte algo sumamente importante sobre...- y Constanza se alejó con Amelia, dejando a su hermano solo. Cuando vio a Sibylla se acercó a ella.

-Buenas noches, Lady Crawford.

-Buenas noches, coronel.

-¿Ha disfrutado de la mañana? Su tía me dijo que suele cabalgar.-se intereso el coronel.

-Sí. Estoy acostumbrada al hacerlo desde pequeña.  Aunque no es lo mismo aquí que en el campo, he disfrutado mucho.

-Me alegro.- Sibylla no sabia que más decir. No era que disfrutará mucho en compañía de aquel hombre. El coronel Stackhouse lejos de ser un adefesio, era un hombre de apariencia severa y rígido. Además apenas sonreía y las pocas veces que lo había visto hacerlo solía ser con su hermana, su tía y, muy a su pesar, con ella misma. El coronel se acerco lentamente hasta Sibylla y justo cuando iba a decir algo, Constanza anuncio que la cena estaba servida. Todos los invitados fueron a sentarse en su lugar designado. Sibylla se sentó al la derecha de su tía,  que presidía la mesa. A su lado estaba Lady Pierce y enfrente el coronel y su hermana.

Sibylla frunció el ceño al ver el suntuoso banquete que había preparado su tía. Normalmente no le molestaba que su tía utilizará su dinero, tenia de sobra, pero en ese momento se sintió estafada  e irritada. Decidió darle aquella noche de divertimento, pero se prometió a si misma que no volvería a aprovecharse más de ella.

Charló con Amelia y con el coronel sobre Francia y España, donde habían estado el año pasado, hablando de sus paisajes y de las ciudades que habían visitado. Sibylla era consciente de que Stackhouse la miraba durante toda la cena. Y eso la ponía muy incomoda. Intento empezar una conversación con Lady Pierce, pero esta no dejaba de decir lo increíblemente hermosa y talentosa que era su hija, así que perdió el interés.

Se alegro cuando por fin la cena termino. Decidió fingir que no se sentía bien y así retirarse. Las damas fueron al salón de música y continuaron con su charla. Antes de que pudiera salir de la habitación,  Constanza la llamo.

-Sibylla debes acompañarme. Tenemos que hablar sobre un asunto.- la cogio de la mano y la obligó a seguirla hasta la biblioteca.- He de hablar contigo sobre un asunto importante.

-¿Y no puede esperar a mañana? No me siento muy bien.- se quejo Sibylla.

-Por supuesto que no. Veras hay algo tu madre me dijo el día antes de morir. Ella quería... bueno...

-Dilo ya, tía. ¿Qué quería mi madre?

-Ella quería que te buscará un marido apropiado. Tu título corre el riesgo de perderse. Siempre pensaron que había un primo de tu padre que seguía vivo.

-Sí... oí hablar de él.  Primo Matthew. Pero esta muerto.

-He oído... más bien, tengo noticias de que tu primo esta vivo. Y es menester que te cases antes de que el reclame el título de marques.

-Pero...- Sibylla estaba estupefacta.

-Y cuanto antes.- en ese momento,  el coronel Stackhouse entro en la biblioteca. La mente de Sibylla estaba en blanco pero al verlo supo enseguida que se traían entre manos.- Es mejor que me vaya.- y salio de la biblioteca. Stackhouse se acerco a ella y la cogio de las manos.

-Lady Crawford... Sibylla. Supongo que tu tía te habrá contado lo ocurrido. Yo mismo me ofrecí voluntario para cerciorarme de que esa información fuera cierta y me temo que así es. Y por eso estoy aquí. He de decir que desde el primer día me cautivo con su belleza y...

-Por favor,  no siga...- dijo Sibylla alejándose de el, pero el la siguió.

-...y soy consciente de que su posición es más elevada a la mía.  Pero le prometo que seré un buen marido si me acepta.

-¿Marido? Pero... no se que les pasa a usted y a mi tía, no se que clase de... complot habrán planeado... pero yo no me voy a casar con usted. Apenas lo conozco. Y no se si de verdad existe ese... primo.- grito Sibylla enfadada.- Yo me casaré con quien yo quiera y ame. Y usted no es ese hombre.

-No tenemos por que casarnos ahora. Podemos esperar, conocernos mejor y tal vez con el tiempo me llegue a amar.- explico el coronel nervioso. La volvió a coger de las manos y le beso los nudillos.- Solo deme una oportunidad. Sólo pido eso.

-Yo... no se. Debo irme.- y salio corriendo de la sala.

El coronel hizo ademán de seguirla, pero Constanza lo paro y murmurando algo que Sibylla no llego a oír,  el coronel se unió al resto de invitados.

No sabia como se sentía en ese momento. Enfadada con su tía, irritada con Stackhouse o dolida y temerosa de que en verdad el último deseo de su madre fuera eso. Decidió que lo mejor seria hablar con Katerina de ese tema. Mañana temprano iría a verla sin falta.