Capítulo 8: El misterioso cazador

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Hacia una tarde maravillosa. Pese que aún refrescaba,  aquella mañana había amanecido con un día soleado. Caroline había tenido la idea de hacer un picnic.

Aquella mañana había venido Jason y su esposa y con ellos, Elijah. Era raro verlo sin su hermano, pero este tenia asuntos que resolver en la ciudad. Jason seguía igual de imponente que siempre. Las sienes le empezaban a clarear un poco, pero seguía siendo muy atractivo. Su esposa, Alice, era tan bella como la recordaba. Con sus ojos verdes y su pelo azabache que tenia cortado a la moda. Sus dos hijos, Ian y Damon, eran una mezcla de ambos. El pelo oscuro con toques dorados de los Knight y los ojos verdes de su madre. Lo que también habían heredado de la familia paterna era la facilidad de meterse en problemas. Pero aquello no parecía importarle a su abuela, que se reía mientras sus nietos competían por traerle las mejores flores.

Katerina y Hazel habían comenzado a cantar y al poco todos se unieron a ellas. Comieron y se rieron. No podía sentirse mas feliz. James volvió a sugerir ir a hacer una excursión y todos estuvieron de acuerdo. Liderando la marcha iban James, Hazel y Katerina. Sibylla iba detrás con Elijah y Jason.

-¿Cómo están las cosas, Sibyl? ¿Todo bien con tu tía?- pregunto Jason.

-Imagino que tu hermana te abra contado algo.- suspiro y miró a Jason.- No se que hacer.

-Según tengo entendido, lo mejor es que no te cases con ese... coronel.- dijo Elijah escupiendo las palabras.

-Puede que sus intenciones sean buenas.- dijo Jason encogiendo los hombros.

-No lo sé. Pero algo tengo claro y es que mi tía tiene algo que ver. Son muy amigos.

-Bueno. Sea lo que sea, sabes que cuentas con nuestro apoyo.- la animó Jason. Le acarició los cabellos y siguieron andando.

Habían tomado un camino diferente. Cruzaron prados realmente preciosos y al llegar a las ruinas, fueron separándose en pequeños grupos. Caroline se sentó sobre unas rocas con sus nietos y Fiona. Jason empezó una conversación sobre propiedades y otros temas con su hermano Warren. James se llevó toda la atención de las mujeres, seguido a poca distancia de Elijah. Sibylla decidió ir por su cuenta.

Antes de llegar, había visto un pequeño prado y decidió ir a investigar. De camino, sintió algo extraño,  el bello de la nuca se le había erizado. Tuvo  el presentimiento de que alguien la observaba. Oyó unos pasos a su espalda y se giro para ver que era. Empezó a asustarse un poco y fue retrocediendo lentamente. De pronto, un disparo voló cerca de su cabeza. Giro sobre si misma y vio la figura de un hombre, escopeta en mano. Sibylla se recogió la falda y empezó a correr. Las balas volaban a su alrededor. Una casi le dio, pero la esquivo. No sabia que dirección tomar, se había perdido. Sibylla empezo a ponerse nerviosa y de pronto sintió un fuerte dolor en el hombro. Sintió como si se abrasara y le atravesarán con cuchillos. Se tropezó y vio la oportunidad de esconderse. Agarrándose el hombro, se metió en el agujero de un árbol que estaba parcialmente tapado con unos arbustos. Oyó como el hombre pasaba de largo y suspiro.

Al ver que estaba fuera de peligro, salió de su escondite y corrió en otra dirección. Se paro al oír el leve sonido de una risa. Las voces empezaron a hacerse más claras a medida que se iba acercando. Se asustó al ver que alguien se acercaba a ella.

-Por dios, Sibylla, ¿que te a pasado?- dijo Elijah llevándola casi en volandas hasta el resto de la familia. De pronto se vio rodeada por toda la familia.

-La bala no a dado a ninguna parte vital.- dijo Warren analizando la herida.

-¿Qué ha pasado?- exigió Katerina. Fiona abrazaba a Hazel que asustada había comenzado a llorar.

-Yo... estaba paseando y... vi a un hombre. No pude ver mucho de el. Sólo que iba de rojo. Volví por donde había  venido y de pronto empezó a dispararme. Me escondí, pero ya me había da... ¡Auuuuch!- grito Sibylla.

-Lo siento. Se te había metido un trozo de tela. Será mejor que regresemos y que alguien llame al doctor Fells. Tiene que sacarle la bala.- informo Warren.

-Sí... será lo mejor.- acepto Jason.

El doctor llego al poco de ser llamado. Sus amigas no se apartaron de ella en todo el día. Todos la colmaron de atenciones y mimos. Hazel toco el piano para relajarla mientras Katerina la peinaba. Caroline se había retirado a descansar, estaba exhausta, al igual que Fiona. Elijah y Jason salieron a buscar al misterioso cazador, mientras Warren se quedo al cuidado de las damas y los niños. Todos estaban agitados y nerviosos pero intentaron ocultarlo.

¡Quien decia que la vida en el campo era tranquila!

La indomable Lady Sibylla (Saga por y para siempre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora