Capítulo 16: Una proposición innesperada

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Sibylla se paseaba de un lado a otro, nerviosa. Katerina hacia diez minutos que había bajado a espiar y aun no había regresado con buenas nuevas. Al poco oyó la puerta abrirse y Sibylla corrió a recibirla.

-¿Sigue ahí abajo?
-Lamentablemente si. Tu tía no tiene intención de despacharlo. Y el parece estar muy a gusto. En algún momento vas a tener que bajar y hablar con Stackhouse.- dijo Katerina.
-Ese hombre no entiende un no por respuesta. ¿Has oído algo de lo que hablaban?- pregunto con expectación.
-Algo, si. Hablaban de lo contenta que estaría tu tía si os casarais. Algo de que había leído la última carta que le había enviado y que le decepcionaba algo. Hablaba de cosas raras. Creo que sabían que estaba ahí.
-Esta aquí para que acepte su proposición.- dijo Sibylla enfadada.- Mi tía me había dado un plazo relativamente corto y aun no me he decidido por ninguno de ellos. ¿Que hago?- farfullaba paseando por la habitación.
-Calmate.- dijo su amiga con tranquilidad.
-¡No puedo!... tengo que irme. Escapar.

Empezó a correr por la habitación. Saco una maleta de viaje empezó a meter cosas en ella.
-¿Qué hacés? ¿No hablaras en serio?- pregunto Katerina con sorpresa.
-Pues claro. Sólo tengo dos opciones. O me caso con Stackhouse y soy desgraciada o dejo que mi primo me robe todo lo mio y viva en la pobreza.
-Sabes que puedes contar con mi familia.
-Lo se. Pero esto tengo que solucionarlo yo sola.- y cogiendo sus cosas se acercó a la ventana.

La ventana daba al jardín. Pegado a la pared había un han árbol por el que de pequeña había trepado miles de veces. Tiro la maleta al jardín y con medio cuerpo salido, se volteo y se despidió de su amiga.

Mientras recorría las calles de Londres, Sibylla caminaba a paso firme, sin rumbo fijo. No había planeado a donde iría. Aunque después de sopesarlo largo rato, dedujo que lo mejor seria regresar a su casa de campo. Lo echaba de menos. Caminaba sin prestar atención  por donde iba. Despistada como estaba, no se dio cuenta y empujó sin querer a alguien.

-Perdone, no le he...- se disculpo, pero las palabras se amontonaron en su garganta.- Tu.
-Sí, yo. me alegro de volver a verla, Lady Sibylla.- dijo Eric besando su mano.
-Qué hacés aquí. ¿Me estas siguiendo?- espetó Sibylla apuntandole con el dedo con molestia.
-¿Seguirla, yo? Perdona, pero eres tu la que esta siguiendome a mi. Esta,- dijo señalando una gran casa.- es mi casa. ¿Querías algo?
-Yo... lo siento. Estaba paseando y sin darme cuenta he llegado hasta aquí.- se escuso ella frotándose los ojos.
-¿Paseando? ¿Con una maleta de viaje? Creo algo le está pasando. Será mejor que entremos.

-Así que, me puse nerviosa y no se me ocurrió otra cosa que salir huyendo por la ventana.- termino de explicar Sibylla.
-No te hacia alguien que huye de los problemas.- dijo Eric bebiendo de su copa.
-Lo se... Si algo me enseñó mi padre es a ser valiente. Pero... no se que hacer.-  dijo paseándose por la estancia. Los ojos de Eric la seguían y percibió el nerviosismo que ella desprendía.
-Puedo ayudarte.- se quedo mirando su copa, mascullando una idea.
-¿Cómo?- pregunto suplicante.
-Casate conmigo.
-¿Hablas en serio?- dijo riéndose ante la idea. Eric se quedo serio y al verlo, Sibylla dejo de reírse.- ¡Hablas en serio!
-Se que es una idea descabellada. Yo mismo me sorprendo de haberte echo esta proposición. Pero, yo estoy soltero y tu también. Tu estas en problemas y yo nunca le niego mi ayuda a mis amigos. Así que...- se desanudo el pañuelo por la tensión.- ¿te casaras conmigo?

La indomable Lady Sibylla (Saga por y para siempre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora