VI

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Ambos se encontraban sentados en la sala, uno frente al otro, cada uno tenía una taza con té verde entre sus manos, a Bakugo no le gustaba ese té, le recordaba a la feliz pareja, pero a Izuku le gustaba ese té.

Katsuki posó su mirada sobre el pecoso, Izuku parecía perdido en sus pensamientos, estaba casi seguro de que estaba buscando la manera de iniciar una conversación, después dirigió su mirada a la caja que había escondido bajo la mesa de centro, esperaba que el pecoso no preguntara por la caja que metió bajo la mesa.

Apretó la taza de té entre sus manos, se sentía atrapado, una parte de él, la parte racional, le decía que era una pésima idea tener al pecoso en su departamento, era como esperar que una bomba de tiempo le explotara en la cara; su otra parte, la estúpida parte enamorada, le decía que hablara con él, pues muy probablemente esa sería su última conversación antes de olvidarlo por completo, esa era una despedida que su corazón necesitaba.

—K-Kacchan — intentó llamar su atención, tartamudeando en el proceso.

Bakugo regresó su mirada a los ojos del pecoso, pero la mirada verde parecía anclada a su taza de té.

Suspiró —¿Qué haces aquí, Izuku? — hace algún tiempo que dejó de llamarlo "Deku", ya no le parecía correcto, solo lo llamaba de esa manera cuando estaban trabajando, muy a su pesar, ese era el nombre de héroe del pecoso.

Midoriya pareció sobresaltarse, pero su mirada no se movió —Y-yo... Yo no — tragó saliva —No te había visto desde que rescataste a Ochaco y y-yo estaba preocupado —

Katsuki casi podía sentir a las ramas dentro de él apretar sus pulmones y rasgar sus entrañas al recordar como había terminado ese rescate.

Se aclaró la garganta antes de hablar, podía sentir a los pétalos a punto de salir —Deja de preocuparte tanto, sólo estoy de vacaciones — trató de sonar despreocupado, repitiendo la mentira que él y toda la agencia donde trabajaba habían inventado para justificar su ausencia.

La idea era decir que el rubio estaba de vacaciones y que durante las mismas había tenido un accidente, motivo por el cual había sido internado e incapacitado temporalmente.

—Llevas más de un mes sin laborar — Midoriya no era tonto y si no jugaba bien sus cartas, el pecoso lo descubriría.

—No había tomado vacaciones antes, me están dando los días acumulados — una verdad a medias, pues era cierto que en sus años anteriores se había negado a tomar vacaciones.

Izuku pareció pensarlo, no parecía tragarse del todo sus palabras.

—Ese día del rescate, tú no parecías estar bien —

Katsuki frunció el ceño, no quería seguir hablando de ese día —Inhalé demasiado humo — contestó con molestia.

—Tu tos no parecía la de alguien que inhala mucho humo, Kacchan — por primera vez alzó su mirada y la fijó en los ojos rojos del rubio.

—¡Pues eso fue lo que pasó! — gritó molesto —¡Si no quieres creerlo, eso es tu maldito problema!—

Midoriya apartó la mirada, sabía lo terco que podía llegar a ser el rubio y estaba casi seguro que si lo seguía presionando de esa manera probablemente lo sacaría a patadas de su departamento.

—Estaba preocupado, no puedes culparme por eso — trató de sonar un poco más tranquilo.

—Pues deja de preocuparte, como puedes ver me encuentro en perfecto estado — dijo mientras dejaba la taza sobre la mesa y cruzaba sus brazos sobre su pecho.

Midoriya apretó sus labios y bajó su mirada de nuevo —Envié mensajes a tu teléfono, pero jamás los abriste, intenté llamarte, pero las llamadas nunca entraron, la última vez que te vi te veías bastante mal — apretó la porcelana entre sus manos —Por favor, Kacchan, no me pidas que no me preocupe —

Hanahaki [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora