—Harry y Leire Potter.
Mierda.
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Harry y Leire permanecieron sentados, la chica era consciente de las miradas que se dirigían en su dirección pero no pudo evitar sentir la mirada de la mesa de las serpiente donde él se encontraba mirándolo en el momento en el sus miradas interconectaron ambos sintieron un dolor en su pecho por lo que la chica asustada apartó su mirada para dirigirla a la mesa de Hufflepuff donde se encontraba su pecoso mejor amigo mirándole tan preocupado y asustado como ella, fue el único que sabía de la extraña visión. Nadie aplaudía. Un zumbido como de abejas enfurecidas comenzaba a llenar el salón. Algunos alumnos se levantaban para verlos mejor. Harry se volvió hacia Ron y Hermione. Más allá de ellos, vio que todos los demás ocupantes de la larga mesa de Gryffindor lo miraban con la boca abierta.
—Yo no puse mi nombre y pondría la mano en el fuego porque Leire tampoco—dijo Harry, totalmente confuso—. Vosotros lo sabéis.
La pelirroja que seguía aturdida miró a su mellizo en el momento en el que habló.Uno y otro le devolvieron la misma mirada de aturdimiento. En la mesa de los profesores, Dumbledore se irguió e hizo un gestoafirmativo a la profesora McGonagall.
—¡Harry y Leire Potter! —llamó—. ¡Harry! ¡Leire!¡Levántense y venid aquí, por favor!
—Vamos —le susurró Hermione, dándole a Harry un leve empujón, Leire no necesito de esto ella sin ninguna expresión además de la de terror ya estaba dirigiéndose hacía el director. Harry se puso en pie y avanzó por el hueco que había entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff.
La mesa de los profesores no parecía hallarse más cerca aunque ella caminara hacia ella, y notaba la mirada de cientos y cientos de ojos, como si cada uno de ellos fuera un reflector. El zumbido se hacía cada vez más fuerte y el recuerdo de la visión se repetía una y otra vez, era cierto que sus visiones predecían el futuro... acaso se pondrían peor? La joven Gryffindor no sabía cuanta razón tenía. Después de lo que le pareció una hora, se halló delante de Dumbledore y notó las miradas de todos los profesores.
—Bueno... cruza la puerta, Leire —dijo Dumbledore, sin sonreír. Pasó por la mesa de profesores. Hagrid, sentado justo en un extremo, no hizo ninguna de sus habituales señas de saludo. Parecía completamente aturdido y, al pasar Harry sucedió lo mismo parecía como si los llevaran a Azkaban por un delito... La pelirroja empezaba a sentir su sangre hervir aunque no lo demostrara. ¿Quién diantres podría detestarles tanto como para dejar su nombre? Sin duda alguien que los quisieran ver muertos, y ella? Pues simple ahora era la hermana de Harry Potter que nació en su mismo día...los seguidores de Voldemort no les gusta arriesgarse...
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Aprendiendo a Amar. (Draco Malfoy)
FanfictionTodos los derechos de autor a J.K. Rowling una fantástica escritora, todos los personajes son de J.K Rowling a excepción de unos cuantos que he añadido entre ellos Leire Granger