❝ ɪ ɴ ᴛ ᴇ ɴ ᴀ ʙ ᴏ ᴡ ʀ ɪ ᴛ ɪ ɴ ɢ s ❞

❝ O 1 2 ❞

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❝ Intimidad ❞

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De cuando Jack logró hacerlo al revés

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Tenía a Gustabo contra la pared mientras ambos se besaban salvaje pero cariñosamente. Los besos del más bajo se dirigieron al cuello del ex militar, donde dejó varios chupones y mordidas suaves, disfrutando de los suspiros que salían de su boca.

Gustabo terminó en la cama, con Jack sobre él, dejando marcas en su cuello.

—Me la suda que tú me vayas a follar hoy —susurró en el oído del rubio mientras apretaba el bulto de su pantalón—. Eso no cambia que tú seas mío, rubito.

—Lo que digas, Papu. —suspiró, disfrutando de sus toques sin olvidar el plan que tenía en mente.

Jack le levantó la camisa y empezó a besar, morder y dejar chupones por cada milímetro de piel que veía, como si fuera un animal salvaje que quiere marcar territorio. La camisa terminó en el suelo rápidamente, al igual que el resto de la ropa del rubio, que estaba disfrutando enérgicamente de una mamada del superintendente.

Jack adoraba esa situación, adoraba jugar con él, hacer que se acerque al orgasmo y alejarse otra vez hasta el punto de que Gustabo no supiese si estaba rogándole por seguir o por parar, hacer que no pudiese ni moverse del placer. Adoraba tenerlo solo para él, adoraba dominarlo, adoraba tener a Gustabo sumiso y hacerlo acatar todas sus órdenes.

—Ahmmmh... —gimió entre suspiros entrecortados y lloriqueos, rapando sus ojos con su brazo— Jack... mmmhno, no es justo. Llevas... Llevas mucha ropa.

Jack sonrió y se sacó el falo de la boca, comenzando a desvestirse lentamente para Gustabo, que sabía que no lo iban a dejar tocar, hasta que quedó totalmente desnudo frente a él.

Gustabo se incorporó y comenzó a besarlo, bajando lentamente por su cuello entre besos y mordidas hasta su pecho, comenzando a bajar dejando marcas en cada cicatriz del moreno, sus brazos, su torso, sus abdominales, su vientre y sus piernas, esquivando completamente su miembro, torturándolo.

Volvió a subir hasta sus labios, saboreándolos, amándolos, grabándolos en su memoria, dejando varios picos en ellos por momentos para volver a morder salvajemente mientras mastubaba sus miembros juntos, disfrutando de la fricción.

—Gustabo.

—Dime. —Jadeó el contrario, apoyando su cabeza en el hombro del moreno y dejando más marcas.

—Coge el lubricante.

—¿Seguro?

Jack lo besó salvajemente, jadeando, aún conservando en control de la situación.

—Sí.

Gustabo abrió el cajón, sacó el dichoso líquido frío y algo viscoso y se sentó contra respaldar de la cama, palmeando sus muslos.

—Ven aquí —lo llamó, pero Jack no fue, se quedó frente a él, suspirando por la reciente estumulacion a su miembro, algo extrañado—. Creo que lo vas a manejar mejor si tú siempre llevas el control. Ven aquí.

Conway se sentó en su regazo, una pierna a cada lado y algo encogido, estaba muy seguro de que quería hacerlo y que disfrutaría por lo menos la parte de los dedos, pero aún así estaba aterrado, la carpa volvía a su mente a cada minuto y se iba cuando Gustabo lo besaba suavemente.