❝ O 1 4 ❞

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❝ Voz de Mando ❞

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De cuando Gustabo quiso acostumbrarse a la voz de mando de su alfa

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Omegaverse AU

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Jack tenía una gran cualidad: su voz de alfa podía doblegar a cualquiera, incluyendo cualquier alfa de la ciudad, no había persona habitante en Los Santos que no cayera ante la voz de mando de ese alfa.

Y eso incluía a Gustabo, cosa que ambos odiaban, porque el solo hecho de usarla frente a Gustabo paralizaba al rubio completamente del miedo.

Y Conway odiaba eso. No podía soportar ver los ojos de Gustabo llenarse de lágrimas por el miedo, sentir su aroma suavizarse y amargarse y su cuerpo paralizarse completamente; aún cuando el rubio después admitía que no importaba, Jack sentía por el lazo que se quedaba bastante asustado durante un buen rato.

Y eso había pasado hoy. Habían tenido un Código 3 a altas horas de la noche y habían arrestado a los dos alfas responsables, que no se habían quedado de buen humor luego del enfrentamiento y habían usado su voz de mando con Gustabo para que los soltase y, a pesar de que el rubio podía resistir muchas cosas, no era un sigma para ser inmune a una voz de mando.

Estaban a punto de subirlo a un coche cuando Conway llegó y pudo meterlos en comisaría después de una intensa pelea que, por supuesto, ganó el superintentdente, que mandó a que los procesen y salió de servicio para llevar a Gustabo al penthouse donde vivían.

—Gustabo, ¿puedes oírme? —preguntó, el omega solo asintió con la mirada perdida mientras se sentaba a tientas en el sofá, sus mejillas tenían rastros de lágrimas y temblaba descontroladamemte.

Jack podía sentir su miedo, estaba aterrado, pero su lazo denotaba cierta fuerza. Pudo llegar a al conclusión de que el rubio estaba tan asustado que había entrado en shock, pero una parte de él quería dejar de tener miedo y estaba luchando con la parálisis.

Jack se sentó a su lado (sin tocarlo, porque a Gustabo no le gustaba que lo tocasen si él no iniciaba el contacto) y comenzó a soltar feromonas. El suave aroma a whisky y jazmines llenó las fosas nasales de Gustabo de inmediato, adoraba esa mezcla tan ruda de aromas tan distintos, el rubio tenía la teoría de que Jack de alguna forma había adoptado el aroma de Julia cuando esta murió, pues le había comentado una vez que su difunta esposa olía a flores, nunca especificó a cuál, pero era una en particular.

El aroma a manzana y miel salió de Gustabo, aún algo amargo, pero pudo salir de su estado de parálisis.

Parpadeó un par de veces y enfocó a Jack con la mirada.

—Quiero que uses la voz de mando conmigo. —soltó sin anestesia, ocultándose en su cuello, justo en la glándula de olor de su pareja, que se había quedado perplejo.

—¿Qué? —logró preguntar de forma sorprendida pero calmada, abrazando al rubio por la cintura— Gustabo, ¿crees que por el lazo no siento lo asustado que quedas después de oírme usarla?

—Lo sé —susurró, acercándose más a Jack—. Pero se que mi lobo y yo queremos acostumbrarnos. Al menos para que no nos de tanto miedo, ¿crees que nos gusta quedarnos tan asustados después de oírte? No quiero tenerte miedo, hagas lo que hagas.

Oyó a Jack suspirar y luego de un leve apretón terminar con el abrazo y mirarlo fijamente. Dejó un suave beso en sus labios, desvió la mirada y con eso Gustabo se convenció de que Jack iba a hacer caso omiso a su petición.

Pero uno nunca termina de conocer las expresiones de Jack Conway.

Sube a mi regazo, omega —la voz del exmarine sonó mas firme y agresiva y otra vez llenó de miedo al omega, paralizandolo pero obligando a su cuerpo moverse contra su voluntad hasta quedarse sentado a horcajadas sobre él, sus uñas clavadas con temor en los hombros de Jack—. Tranquilo, no pasa nada, solo no te muevas.

Jack se quedó callado y mirándolo tranquilo, soltando su aroma y sientiéndose mal por aterrarlo tanto.

Gustabo se quedó totalmente paralizado, su lobo no entiendía muy bien la situación, ¿no estaban usando la voz para atacarlo? Era como si fuese incapaz de procesar esa información.

—Ven aquí, bonito. —susurró de forma calmada, sin usar la voz de mando y abrazando al rubio, utilizando ese apodo que no usaba casi nunca.

Gustabo soltó todo el aire e inhaló rapidamente, el efecto de la voz ya roto. Su respiración era irregular, sentía sus músculos adormecidos y su corazón a mil, incluso le dolía el pecho.

—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. —Jack se lamentaba piendiendo perdón una y otra y otra vez, abrazando al rubio y, pesar de que ni siquiera lo había tocado, buscando heridas por algún lado, porque Jack sabía curar mucho mejor heridas físicas que mentales, porque el miedo ajeno que sentía por el lazo no lo sentía ni cuando lo abatían en un tiroteo.

Gustabo se derritió de la ternura, nunca había escuchado a Jack así, como un niño arrepentido que sin querer le ha pisado la cola al perro.

—Tranquilo —susurró, abrazándolo y oliéndo su aroma amargo y triste—. Tranquilo, alfa, estoy bien. No me has hecho nada, ¿ves? No pasa nada.

—Pero estás asustado por mi culpa... —susurró, ahora el asustado era Jack, por sentir de alguna forma que había lastimado a su omega, sentía a su alfa reprocharle con preocupación y estaban empezando a aparecer pensamientos que a Gustabo le gustaba llamar "vocecitas gilipollas"— Soy un mal alfa.

Gustabo se separó del abrazo y toma su cara para que lo mire, Gustabo parecía entre preocupado, enojado y divertido.

—Escuchame bien, viejo chocho —dijo en voz baja pero con firmeza—. No eres un mal alfa y creeme que sé lo que te digo, porque en mi vida me he encontrado con muchos alfas hijos de puta. Tú eres el mejor alfa del mundo, Conway. Y no dejes que esas vocecitas gilipollas te digan lo contrario, porque yo te pedí que hagas esto y sólo me has pedido que me siente en tu regazo, cosa que adoro hacer. No me has hecho daño, metete eso en la cabeza.

Jack respiro profundamente y dejo varios piquitos en los labios de su omega, queriendo saborear la manzana y la miel de su aroma.

—Lo siento...

—¡Joder, Jack, deja de disculparte! —rió enternecido mientras lo sentía dejar algunas lamidas sin segundas intenciones en su glándula de olor.

Se lo podía tachar de mala persona, corrupto, torturador, asesino, psicópata, demente y un millón de cosas mas, pero a pesar de lo que a la gente le gustara pensar, nadie era capaz de creer que Jack era un mal alfa, solo bastaba con verlo cerca de Gustabo, que toda la maldad de su mirada desaparecía.

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La verdad que hacer este me ha gustado mucho, me ha salido un buen soft omegaverse y creo que he podido respetar las personalidades originales que Auron y Reb les dieron a Gustabo y a Jack.

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❝ ɪ ɴ ᴛ ᴇ ɴ ᴀ ʙ ᴏ  ᴡ ʀ ɪ ᴛ ɪ ɴ ɢ s ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora