❝ O 1 6 ❞

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❝ Melancolía ❞

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De cuando Conway recuerda lo que era su anterior vida

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El único día. Había un sólo día del año en el que Conway realmente lloraba y bajaba todas sus guardias.

Un hermoso día de primavera.

Lo que sería un cumpleaños. El cumpleaños de ella.

Conway se quitó las gafas para no ensuciarlas con su llanto, se frotó los nudillos que se había lastimado por pegarle puñetazos a una pared de su casa y se recostó contra el tronco de ese gran árbol, deseando no un beso, ni un abrazo, ni un minuto más a su lado. Sólo quería recordarla, debido al tiempo los recuerdos se iban deshaciendo, quería recordar con más perfección su sonrisa, el sonido de sus carcajadas, como olía su cabello pelirrojo, la forma y significados de sus tatuajes, la sonrisa traviesa y la melodía que tarareaba cuando se relajaba. Quería eso. Recordarla.

El mayor terror de su vida era olvidarse de ella, la única persona que había podido realmente conocer a Jack Conway, no a la versión pobre que quedaba en la actualidad. Jack reía. Mierda, se reía muchísimo con ella, nunca hubo otra época donde fuese feliz antes de eso y por muchísimo tiempo después. Ella lo conocía de verdad, conocía a un hombre bueno, tierno, cariñoso que ni siquiera Jack era capaz de ver dentro de sí.

Aún creía que era un ángel. Un hermoso ángel rebelde. Su recuerdo más vívido era cuando se enteraron que Danielle estaba en camino, Julia se quedó en shock al ver las dos rayitas en la prueba, se notaba a kilómetros, estaba aterrada. Se había puesto a llorar y cuando Jack se enteró, el hombre casi se puso a saltar de la alegría.

Conway, en el árbol, soltó una risa amarga dándole una calada a su cigarro con sorna y nostalgia.

—The good old times —suspiró, dejando caer una lágrima— right, July?

Miró al suelo y sollozó con rabia.

—Soy un puto despojo humano, Julia. Te avergonzarías de mí si me vieses en este estado deplorable —murmuró, sin importarle que la lluvia le estaba congelando los pies— ¿Sabes algo, Juls? Jamás creí que volvería a enamorarme; y aquí estoy. Enamorado otra vez... y de un hombre. Joder, casi puedo escucharte reír. Te apuesto lo que quieras a que me dirías "¡Lo sabía!", ¿verdad?

Obviamente no obtuvo respuesta, sólo el sonido de los autos y alguna moto que pasaba cerca de allí. Le gustaba pensar que ella trataba de responderle cuando el viento se levantaba y movía las hojas de ese hermoso árbol.

—Me parecía un superpoder —continuó hablando a la nada—. Siempre veías el lado positivo de las cosas. El vaso medio lleno. Yo te arrastré al fondo, Julia... Y por mi puta culpa ahora eres un poco de ceniza diluida en el mar. Y yo hablándole a un árbol como un auténtico gilipollas.

Aún recordaba la esperanza en su voz, tallando sus nombres en un corazón en el árbol en el que estaba, días después de llegar a Los Santos.

—Es bonito, ¿no crees? —había dicho ella, recordaba una mancha de tierra en su mejilla, y los tatuajes de su mano invisibles por la suciedad del suelo, se había tropezado con una de las raíces— Pasarán los años y esto seguirá aquí, una especie de "marca de nuestro amor" o una gilipollez por el estilo. Parece hasta poético. Su algún día uno de los dos muere o nos separamos, pues puede venir aquí a hablarle al otro, ¿no?

❝ ɪ ɴ ᴛ ᴇ ɴ ᴀ ʙ ᴏ  ᴡ ʀ ɪ ᴛ ɪ ɴ ɢ s ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora