❝ O 1 1 ❞

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❝ Pesadilla ❞

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De cuando Gustabo fue el que calmó a Conway

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Las rápidas patadas y sacudidas que sentía en la cama despertaron a Gustabo de un sueño bastante agradable, ya estaba dispuesto a tirar a Jack de la cama (y quizá del balcón) cuando se dio cuenta de que el moreno no lo hacía adrede.

Jack estaba sacudiendose por una pesadilla, por la luz del velador que acababa de prender veía que Jack tenía lágrimas por la cara y el ceño fruncido.

—Jack —lo llamó Gustabo, aún tratando de despertarse—. Jack, es un sueño. ¡Jack!

Lo sacudió fuertemente y en menos de un segundo Gustabo estaba absolutamente acorralado.

Jack se había puesto sobre él, en posición de ataque, un brazo apretaba fuertemente su cuello y sus piernas estaban sobre su torso, el rápido impacto de las rodillas de Jack contra su cuerpo probablemente le dejaría moretones, los ojos lagrimeantes de Jack parecían no ver lo que estaba pasando.

Rápidamente cayó en que no se estaba quedando sin aire, solo estaba inmovilizado. Todo el miedo desapareció de Gustabo, no sabía qué estaba pasando por la mente de Jack, pero era evidente que el moreno estaba asustado.

—Jack —avisó suavemente el rubio, mostrandole sus dos manos abiertas—... Jack, está bien, soy yo, Gustabo. No voy a hacerte daño ni tu vas a hacerme daño a mí, no pasa nada. Todo está bien.

Conway parpadeó un par de veces y pareció poder enfocar a Gustabo, sus ojos tomaron un brillo de preocupación y miedo, como un niño indefenso dejando de intentar creerse un héroe de película.

Quitó el brazo del cuello del rubio para tomar su cara con sus manos y tratar de buscar en su cuello alguna señal de que lo había lastimado. Sus piernas, antes inmovilizando a Gustabo, ahora se encontraban a sus lados, dejando a Jack a horcajadas sobre él.

—¿Estás bien? —carraspeó un poco, sus manos temblaban, se le notaba pálido y se rehusaba a hacer contacto visual con Gustabo— ¿Te he hecho daño?

—No, Jack, estoy bien —le sonrió cálidamente, acariciando sus brazos lentamente. Se sentó apoyado contra el mullido respaldar de la cama y dejo a Jack sentado a horcajadas sobre él, las manos del rubio sosteniendo su cintura con cariño mientras el moreno seguía inspeccionando su cuerpo en busca del alguna herida-.
No ha sido nada, amor, solo un sueño.

Jack apoyó su frente en su hombro mientras respiraba entrcortadamente y trataba de contener sus sollozos.

—Jack, respira profundamente y deja todo salir, es mejor así —acarició su cintura suavemente mientras dejaba un beso en el cabello negro de su pareja—. Tranquilo, puedes desahogarte conmigo, no tienes que tener miedo.

Jack se aferró fuertemente al rubio mientras tomaba respiraciones profundas y Gustabo acariciaba su espalda.

—¿Qué ha sido? —preguntó el rubio. Jack no se movió, aún con su cabeza escondida en el cuello ajeno. Gustabo lo abrazó cálidamente —Sea lo que sea, ya ha pasado todo, fue una pesadilla, estás a salvo. Puedes con esto, eres la persona mas fuerte que conozco.

—Gracias. —susurró calmadamente Jack, sin moverse de la "guarida" que singnificaban para él los brazos de Gustabo.

—¿Ya estás mejor? —el moreno asintió, pero aún no se movía— ¿Seguro?

—Que sí, coño —volvió a recobrar el tono fuerte que usualmente tenía y se acurrucó más—. Déjame así un rato, es cómodo.

Gustabo se movió un poco y quedó recostado en la cama, solo apoyándose en las almohadas apiladas y aún con Jack sobre él.

—Sabes que eres hermoso, ¿verdad?

—Cállate, Gustabo.

Las suaves risas del rubio eran música relajante para los oídos de Jack, era como si se sobrepusiera al sonido de los disparos y explosiones que aún resonaban en su cabeza.

De alguna manera llevaba sintiéndose culpable desde que conoció a Gustabo, poco después se dio cuenta de que sentía estar traicionando a su difunta esposa. Había tratado de alejarse de ese rubio muchas veces, pero siempre volvía a Gustabo, magnetizado por su encanto.

Y fue eso lo que lo enamoró, Gustabo trataba de ser parte de la vida del superintendente, pero sin dejarse pisotear; Jack lo trataba mal, Gustabo lo trataba mil veces peor, Jack se hacía el superior, Gustabo era capaz de volar la ciudad para hacerle ver que no todo estaba bajo su control, Jack amenazaba con matarlo, torturarlo y destruirlo, Gustabo solo sonreía, lo desafiaba, se reía y ni se inmutaba, eso le daba miedo, aunque lo enamoraba a partes iguales.

Lo mismo pasaba cuando se daba cuenta de lo vulnerable que era cerca de él, de que estaba sobre su regazo, casi dormido, con la guardia y sus barreras mentales completamente bajas. Y de que estaba totalmente dispuesto a ser el de abajo, considerando el enorme trauma que le había dejado Vietnam.

Gustabo dejó varios besos en la cabeza del mayor y suspiró.

—Mi vida —susurró suavemente—. Yo adoro que te pongas mimoso y me dejes ayudarte cuando estás mal, pero... —se removió un poco—... Me estás aplastando, viejo decrépito.

Jack se movió a su lado suavemente y ambos estallaron en risas, se quedaron hablando de estupideces y cuando volvieron a dormir Jack casi no se acordaba de lo que trataba la pesadilla.

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Buenas noches, caballeros y caballeras

Contra todo pronóstico, me encuentro en estado viviente. Curioso, cuanto menos, luego de este dato, que me haya demorado tanto en actualizar y publicar un nuevo capitulo de este contenido literario digital gratuito y para todo el entorno familiar.

Ya el próximo es un Conway Bottom, bajen las antorchas.

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❝ ɪ ɴ ᴛ ᴇ ɴ ᴀ ʙ ᴏ  ᴡ ʀ ɪ ᴛ ɪ ɴ ɢ s ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora