Capítulo 6: Mundos Diferentes

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— ¿Te ayudo? — preguntó el japonés. — Llevas un buen rato tirando de el. — dijo señalando a su carrito.

— Está bien, yo puedo. — respondió el otro. — Ruto, tengo hambre.

Haruto miró a su alrededor hasta un puesto de comida rápida en la que no había mucha gente.

— ¿Te gustan las banderillas?

— Nunca las he probado. Mamá dice que es malo comer comida rápida. — Ahora Haruto entendía porque Junkyu no había pedido algo más cuando fueron a comer.

— Bueno, no es tan malo. — respondió el otro haciéndole una seña al lugar. — Sólo si la comes demasiado frecuente, entonces se vuelve malo. Pero jamás está de más una banderilla o algo rico.

A la narices de Junkyu llegó el aroma, y debía admitir que nada mal olía.

— 2 banderillas, por favor. — ordenó Haruto sacando su billetera.

Junkyu miraba al resto de los puestos de comida mientras tanto. Toda la gente parecía no tener problema en comer lo que sea, pero su familia parecía tener mucho problema con ello.

— Junkyu ¿Te gustan las papas frutas? — preguntó el japonés.

Junkyu asintió inmediatamente.

El omega no solía comer comida rápida porque realmente no salía de su casa. Le encantaba ese tipo de comida, pero siempre era echo por los sirvientes de su casa y con las porciones bastante restringidas por su madre. A diferencia de sus hermanos, a él no solían darle lo que quisiera comer, medían mucho sus porciones y calorías, así que esta sería la primera vez que no lo hiciera.

Haruto finalmente salió con una bolsa de papel en donde llevaba lo que había ordenado, además de dos sodas que había pedido.

Caminaron hasta una mesilla que afortunadamente estaba desocupada. Frente a ellos había música en vivo y algunas personas bailando.

— Me gusta este lugar. — habló Junkyu. Regresó su mirada a su carrito y sentó a su peluche de koala con ellos. — A Bob también.

Haruto dejó salir una pequeña risa al escuchar lo dicho. Parecía que a Junkyu realmente le había gustado ese peluche.

— Bueno, a comer. — habló Haruto a punto de dar un mordisco a su banderilla.

— ¿Y los cubiertos? — preguntó Junkyu.

Haruto se quedó con la boca abierta mientras lo veía raro.

— ¿Cómo vamos a comer si no hay cubiertos? — preguntó Junkyu con lógica. — ¿Y todo esto te vas a comer? ¿No es demasiado? Mi mami me mataría si viera que como tanto.

Haruto soltó su banderilla y limpió un poco sus manos. Realmente olvidaba la clase de familia que tenía Junkyu, y era raro, pues incluso los alfas de la familia eran así. Recordaba en especial cuando invitó a Junghwan a comer pizza y hamburguesas a su casa, recordaba haber tenido que conseguir un tenedor y cuchillo para que este pudiera comer. Jeongwoo le había dicho también la clase de modales sumamente estrictos que tenía la familia y que claramente todos sus hijos tenían.

— No necesitas cubiertos, sólo tus manos. — respondió Haruto.

— ¿Qué?

Haruto le puso el ejemplo con su propia banderilla y le enseñó cómo tomarla y darle un bocado grande que manchaba sus mejillas. Junkyu rió en respuesta y lo hizo también.

— Bien, lo haces bien. Ahora come, y deja de contar calorías está noche ¿si? Mañana puedes arrepentirte. — respondió Haruto mientras comía como habitualmente lo hacía.

El alfa "Perfecto" - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora