El alfa "Perfecto" - [HaruKyu]

Capítulo 28: un intento

— Gracias por traerme a mi casa, Ruto. — dijo el omega abrazándolo, sin intención alguna de soltarlo.

— Nos vemos mañana. — respondió Haruto dejando un par de besos en su mejilla. — ¿Irás a mi partido, cierto?

— Por supuesto que si. Te animaré todo el tiempo, y cuando ganes voy a darte un gran beso, así...

Junkyu tomó el rostro de su novio en manos y dejó un beso en sus labios.

En ese momento, la puerta de su casa fue abierta.

Ambos se separaron al escuchar al padre del omega carraspear la garganta.

— Señor... — llamó Haruto con cierto miedo y sorpresa. — Buenas noches... — dijo extendiendo la mano. Mano que fue ignorada por supuesto.

Jiwon lo miraba sin una pizca de discreción. Juraba que esa mirada lo mataría en cualquier momento si lo seguía mirando.

— Junkyu, entra a la casa.

— Si, papi. — respondió dándole otro beso más a Haruto. — Nos vemos mañana, Ruto.

— Hasta mañana. — respondió el alfa. — Buenas noches, descansa.

Junkyu finalmente entró a la casa.

— Emmm... que noche, ¿no? — dijo Haruto, intentando aligerar la tensión con su querido suegro. — Buen clim-

Y la puerta le fue azotada y cerrada en la cara.

— Tal vez no.... — dijo viendo a la puerta cerrada.

...

— Oh, mamá, es que no sabes lo feliz que soy con Haruto. — dijo Junkyu dibujando corazones con los vegetales en su plato. — Es tan lindo, y amable, y gentil, gracioso, generoso... es el alfa perfecto. — dijo soltando un suspiro.

Jiwon rodó la mirada al escuchar lo dicho.

Una cena completamente silenciosa por parte de todos, con excepción de Junkyu y Sandara, que eran los únicos que hablaban.

Los padres de la familia se encontraban cenando en la barra, puesto que también esperaban por un postre que ambos habían preparado.

— No sabes lo felices que estamos de verte tan feliz, Junkyu, ¿verdad, Jiwon? — preguntó Sandara golpeando con el codo el brazo de su esposo.

— Si, claro. — respondió de mala gana cambiando la página de su libro.

— Oh, cierto. Tengo que dar un anuncio.

Sus hermanos voltearon ante el llamado.

— Invitaré a Ruto-ya a cenar.

Los otros empezaron a mirarse entre sí de mala gana.

— Oh, vamos. Ya pasó un mes desde que andamos y ustedes siguen igual de amargados. — acusó cruzándose de brazos. — Ustedes amaban a Haruto hasta que empezamos a andar, ¿qué sucedió?

— Tú mismo te respondiste. — señaló Jisoo.

— ¿Entonces el problema soy yo?

— Junkyu, no es eso. — respondió Donghyuk. — Tú no eres el problema.

— ¿Entonces por qué están así? Vamos...

— El problema es que no puedes andar con ese alfa. — respondió Jihoon. — Tú te mereces el mundo y el no puede dártelo. Entiende Junkyu. Haruto no es para ti.

— Pero ustedes sólo lo conocen como el amigo de Junghwan. No lo han dejado demostrar lo gran alfa que es conmigo, de verdad...

Yoshinori en ese momento tuvo la mejor idea que se le podría haber ocurrido.

— Tal vez Junkyu tenga razón. — dijo a sus hermanos. — Tal vez debamos conocerlo ahora como el novio de nuestro hermano.

Los demás voltearon ofendidos con lo dicho, para después ver una seña bastante discreta que este les hacía.

— Oh, Yoshi, ¿lo dices en serio? — preguntó Junkyu acercándose a abrazarlo.

— Bueno... si Yoshi está de acuerdo, supongo que nosotros también. — dijo Lisa encogiendose de hombros.

Junkyu fue a abrazar a cada uno de ellos, con una gran sonrisa mientras les agradecía.

...

— ¿Qué fue lo de hace un rato, Yoshinori? — preguntó Hoon cerrando la puerta del lugar.

Se encontraban en el despacho de Daesung, el cual, debido a que este ya no vivía ahí, lo habían usado para hacer sus reuniones y algunas cosas más.

— Si, ¿qué tontería dijiste? — preguntó Jisoo sirviendo una copa para ella y otra para su hermana.

— Si no decía algo, Junkyu seguiría molesto con nosotros por su... novio... eugh, no puedo acostumbrarme a esa palabra. — respondió disgustado.

— Nada de esto hubiera pasado si no fuera por Junghwan. — señaló Jihoon, dándole un golpe en la nuca a su hermano.

— ¡¿De qué estás hablando?! — se defendió, levantándose de su lugar.

Jihoon también se levantó dándole frente.

— Acéptalo Junghwan. ¡Todo esto es tu culpa! — señaló Junhoe también.

— Si tú no hubieras traído nunca a Haruto a la casa, nada de esto hubiera pasado. — agregó Donghyuk.

— ¡¿Y yo cómo iba a saber que ese traidor me iba a quitar a mi hermano?! — gritó volteando con los otros dos.

— ¡Bueno, ya! — gritó Hoon. — Junghwan tiene la culpa y todos lo sabemos. Pero ahora tenemos que enmendar su error.

El menor rodó la mirada mientras se volvía a sentar.

— ¿Cuál era tu plan entonces? — preguntó Jisoo a Yoshinori.

— Es sencillo. Le vamos a demostrar a Junkyu que ese alfa no es bueno para él. — respondió tomando un dardo. — Y cuando vea la clase de alfa que es Haruto, volveremos a tener a nuestro Junkyu de siempre.

— Eso va a estar difícil. — interrumpió Junghwan. — Haruto es casi perfecto. Es talentoso, guapo, bueno en deportes, gracioso, el mejor de la clase, atento, ¿qué más le falta?

— Ahí es donde entras tú. — dijo Jihoon. — Tú nos vas a decir todo sobre ese tipo. Algo malo debe de tener, no puede ser perfecto.

Junghwan sonrió de lado asintiendo con lo dicho, en completo acuerdo. Después de todo, Haruto debía de tener algo malo, ¿o no?