Con un nudo en la garganta y sus ojos llenos de lágrimas la joven esperó a que el azabache se acercara. La respiración de Edmund era pesada y se podía escuchar a pesar de estar lejos de él.
Cuando el rey se detuvo T/N tomó valor y lo miró. Su corazón se apretujó, un nudo se instaló en su garganta y su estómago se revolvió.
Lo único que reinaba en el ambiente era el relajante ir y venir de las olas.
La joven acortó la distancia para unirlos en un abrazo tímido, pero al momento en el que Edmund la rodeó por la cintura y la acercó más a él, ella se aferró con fuerza para luego soltar un sollozo.
-Shhh- susurró el rey mientras le acariciaba el cabello para tranquilizarla y cerró sus ojos disfrutando de la cercanía de la joven.
-Yo nunca le dije nada a Caspian, él escuchó mi conversación con Coriakin y por eso estaba enterado, yo no quería que se enteraran tan pronto, no quería preocuparte, pero todo salió mal y... -el rey frunció el ceño al escuchar que su novia hablaba atropelladamente y se separó un poco sin soltarla para interrumpirla.
- ¿No querías preocuparme? – la pelinegra calló al instante y nerviosa apartó sus ojos de la mirada intensa del rey. - ¿T/N? – habló demandante.
Ella se mordió el labio inferior con muchos nervios.
-Todavía no me siento lista para hablarlo, pero eso no significa que no confíe en ti Ed, sin dudarlo pondría mi vida en tus manos. Por favor te pido tiempo.
-Y yo te pido perdón- ella le regaló una pequeña sonrisa. -Me comporté como un niño pequeño y me dejé llevar por los celos, el enojo hizo que no quisiera escuchar explicaciones, me sentí excluido y...
-Edmund Pevensie, eres el chico más orgulloso que he conocido- ahora era ella quien interrumpía al azabache. Edmund le sonrió un tanto divertido.
- ¿Eso crees? -respondió. Ella sonrió abiertamente.
-Sin duda alguna- ambos se quedaron en silencio mientras se apreciaban el uno al otro y la mano del rey limpiaba el rastro de lágrimas que aún había en las mejillas de la joven. -También te pido perdón; también me comporté como niña las veces que quisiste acercarte y te disculpaste.
-Eso ya no importa, sólo quiero saber si todo está bien entre nosotros- con una gran sonrisa asintió varias veces.
El joven acercó su rostro al de ella para rozar sus narices.
-Estás tan hermosa- acarició su mejilla. Ella soltó una risita.
-Estás ciego Pevensie- dijo mientras el rey fruncía el ceño. Tantos años escuchado malos comentarios sobre su cuerpo, sobre su rostro, sobre su ropa, sobre su cabello que se le hacía difícil no sentirse un tanto rara cuando el chico la llenaba de halagos y piropos, aún así los agradecía y los atesoraba con amor.
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PEVENSIE
Fanfiction-Fanfic de Edmund Pevensie. -La trama se encuentra basada en "Las crónicas de Narnia, La Travesía del Viajero del Alba" que pertenece a C. S. Lewis. -Queda prohibida su adaptación, copia o publicación sin autorización de la autora.