Serendipia [Casi Ángeles]

Fiesta Costumbrista

Vale y Juan llegaban juntos al Mandalay luego de una cita clandestina. Ambos se quedaron impactados al ver en la entrada a los directivos junto a los chicos desmayados.

Vale conmosionada salió corriendo al lado de su amiga platina intentando despertarla sin éxito.
Juan le pidió que busque ayuda mientras él verificaba sus signos vitales e intentaba hacer que reaccionen.

La rubia recorrió el Mandalay de arriba a abajo dándose cuenta de que todos estaban en mismo estado.

Por otro lado Selene fue reaccionando poco a poco al igual que los demás. Se sentía muy mal, su cabeza parecía estallar.

- ¿Hermana, estás bien? - le pregunto Paz preocupada mientras recuperaba la conciencia

- Si. ¿Y vos? - la de rastas asintió mientras se incorporaba lentamente

- ¿Qué nos pasó? - se preguntó a si mismo el director pero todos pudieron escucharlo

Ella también quería saber eso.

- ¿Ojitos, como estás? - pregunto el rubio mientras la ayudaba a levantarse

- ¡Salí flaco! Que es mi novia - le dio un empujón y se acercó a la chica - ¿Ángel, todo bien? - ambos chicos se miraban lanzándose llamas por los ojos.

Ella miro al cielo y suspiro. No tenía tiempo para esto

- ¡Paren! Hay que juntar a todos y revisarlos - le dijo a los dos adultos

- Creo que vos tendrías que descansar Selene. Hace unos días que venís así, estaría bueno que te vea un médico - le recomendó Camilo, ella sabía lo que le pasaba pero no podía pensar en eso ahora, no cuando las personas que debía proteger estaban en peligro

- Si, Francesa. Hacele caso - insistió Pedro al ver la duda en su rostro

- No, yo estoy bien - hablo molesta - Y mi misión acá es protegerlos a ustedes. Así que por favor, no interfieran - espetó alejándose para ponerse en marcha con lo que tenía que hacer.

Cuatro de ellos la veían alejarse preocupados por su estado. Definitivamente Selene no está bien. Algo le pasaba y no sabían qué. Pero se había estado descompensando mucho, actuando de forma extraña, estaba irritada y sensible constantemente e incluso había llegado a perder el control de sus poderes en más de una ocasión provocando pequeños accidentes.

- ¿Misión? - pregunto Pedro confundido