Serendipia [Casi Ángeles]

Mambo

La platinada estaba de rodillas mirando todos los dibujos que había, aunque no eran muchos. Eran en su mayoría hojas blancas desparramadas y unos cuatro dibujos.

Gonzalo estaba a un lado mirando todo muy confundido sin tener noción de cuando había llegado ella o cuando había hecho esos dibujos.

Selene tomo la imagen que retrataba a Luca y Tefi, las imágenes llegaron a su cabeza dejando el az de luz verde en sus ojos.

Vio direcciones, calles y la imagen de una casa, luego los sucesos que habían visto en el vídeo.

Cuando cayó nuevamente a la realidad se dirigió al rubio.

- ¿Gon, qué es todo esto? - le pregunto sin despegar la mirada de los dibujos

- Eso te iba a preguntar yo, Ojitos - hablo claramente confundido

- ¿Vos no te acordás de nada? - le pregunta tirando de su cabello sin poder entender todo lo que pasaba

- No. Solo recuerdo haber subido acá y había sacado las cosas para dibujar pero antes de que apoyará el lápiz todo se volvió negro y de pronto estabas vos a mí lado con todos estos dibujos - le explico

- Hay que buscar a Paz y Camilo - dijo levantando los dibujos desesperada pues algo en ella la hacía tener un mal presentimiento

Salió apurada con el rubio siguiéndole los pasos. Gonza notaba a Selene muy alterada e inútilmente intento detenerla para que se calme.

Llegaron al pasillo donde se había creado un camino de baile mambo.

- ¡Ojitos, espera! Cálmate un momento

- ¡¡¿¿Cómo querés que me calme Gonzalo??!!. Entendés que estos dibujos que vos hiciste porque yo te vi, son premoniciones de cosas que van a pasar. Qué tenemos que evitar a toda costa

- Está bien, lo entiendo pero así alterada cómo estás no vas a lograr nada bueno.

- Y no, si tengo un mambo en la cabeza - tiro de su cabello frustrada

- Eso es mambo - señalo a todos bailando - Deja esto acá y cambia un mambo por otro - le quitó los dibujos apoyándolos en una silla y tomo sus manos para bailar

- No, Gonza. No estoy para bailar - le dijo aunque no ponía mucha resistencia e intentaba disfrutar una sonrisa

- Cielo no diría lo mismo. Dale Ojitos, me falta compañera - le insistio

Sin poder evitar la insistencia del rubio se dejó guiar por los pasos de baile. Coordinaron movimientos con el resto y sin darse cuenta fueron abrazados por la música, dejándose llevar por el ritmo que los envolvía.

Antes de que la música termine Gonza la hizo dar un gran giro en su lugar y luego la tomo de la cintura para pegarla a su cuerpo. Ella termino con sus manos en los hombros del rubio y con sus rostros muy cerca.