Hunter (Completa)

D17

El sujeto grito tan fuerte que Jennie a pesar de sonreír torció el gesto, sus orejas dolieron fuertemente y su cuerpo fue lanzado con brusquedad.

Fue como si su brazo hiciera clic de nuevo, lo movió lentamente sin dolor y luego lo hizo más fuerte, sonrió sin contenerse mostrándose aterradora ante el hombre.

— Gracias, no eres tan inútil como creí —se burlo la híbrido levantándose del suelo—

Sus brazos pesaban debido a los grilletes, pero tenía una cadena larga, se enderezó lentamente frente la atenta mirada del sujeto que retrocedió, sus ojos se enfocaron y sonrió de nueva cuenta mostrando esos afilados colmillos, si cabello desordenado y enredado le dio un aspecto tan desenfrenado que resultaba aterradora.

— ¿Que sucede? —pregunto acercándose— ¿Ya no soy bonita? —

— ¡Chicos! —grito y los pasos apresurados se escucharon—

La puerta se abrió y el hombre cayó al suelo debido al susto, una mujer de cabellos negros y cubierta de sangre lo miraba fijamente, todas las armas que colgaban de su ropa estaban empapadas de líquido rojizo que goteaba de las puntas de su cabello haciendo eco en la habitación.

— Te llevaste a mi presa —señaló tranquilamente la mujer— Esa híbrido es mía —

El suave golpeteo de la cadena arrastrándose contra el piso lo puso alerta.

— ¡Nos va a matar! —grito horrorizado sin atreverse a ver atrás, entonces el sonido se detuvo siendo remplazado por la pesada respiración cerca de su nuca—

La cadena envolvió rápidamente el cuello del hombre y se apretó ahí cortandole el oxígeno.

— No me respondiste... ¿Ya no soy bonita? —Jennie repitió la pregunta lamiendo la mejilla del sujeto y pasando sus dientes antes de clavarlos fuertemente sin dejar de apretar la cadena— Tu dijiste que era hermosa, que me veía regia, dijiste que era tuya —se burlo aflojando un poco el agarre antes de volver a apretarlo y morder una de sus orejas arrancandola— ¿Eran mentiras? ¿Acaso no ibas a enseñarme a comportarme? —

El cuerpo del hombre colapso dentro de poco dejando de respirar definitivamente y Jennie lo soltó escupiendo sobre el con desagrado.

— Te ves horrible —dijo Lisa tranquilamente limpiando su cara con un pañuelo—

— Gracias por el apoyo moral —se quejo Jennie— Tu te ves tan fresca como la mañana misma —

Lisa se río tranquilamente mientras sacaba unas llaves y le quitaba los grilletes, Jennie se sobo las manos y lamio la mejilla de Lisa donde está tenía una cortada.

— Al menos tu sabes mejor que ese viejo —