Koko/Inupi; Capítulo 12.

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Kokonoi terminó de trabajar muy puntual, a las seis en punto de la tarde ya tenía todo listo para salir y tener su cita con Akane. Mientras caminaba se acomodó el traje e inhaló profundo para menguar los nervios, porque sí, por primera vez estaba nervioso por una cita informal. Al llegar al piso de los Haitani, siendo esa hora, esperaba no hallar mayores cosas, sin embargo, la beta seguía trabajando en organizar y guardar los documentos del escritorio. Solo dejó de hacerlo cuando se dio cuenta de la presencia de Koko, le sonrió y luego continuó como si nada.

—Llegaste, Koko, dame un minuto y termino aquí.

—Toma tu tiempo.

En lo que Akane terminaba, Koko sacó su móvil del bolsillo delantero de su pantalón y revisó las notificaciones. No había nada interesante que ver, pero debía distraerse para que no se notaran sus ansias de salir de allí. Al final sí debió distraerse, porque no sintió a Akane situarse a su lado, hasta que colocó una mano en su hombro.

—Lamento la tardanza, como es mi primer día de trabajo, tengo mucho en que ponerme al día.

—No te preocupes, ya te acostumbrarás a esto, ¿dónde están los vagos de los Haitani? —preguntó, yendo hacia el ascensor, Akane lo seguía a la par. Ella tenía el cabello suelto y el uniforme un poco desarreglado, por supuesto la imagen de alguien que salía de trabajar, pero igual de bonita.

—Se fueron un poco más temprano, dijeron que tenían cosas que hacer.

—Ya imagino que tipo de cosas hacen ese par de flojos. —Koko frunció los labios y presionó el botón del elevador, del cual tuvieron que esperar segundos para que abriera.

Kokonoi dejó que Akane entrará primero y le siguió en silencio, tomando cierta distancia, si quería verse confiable.

—No son tan intimidantes como imaginé que serían la primera vez que los vi, aunque supongo que no me puedo confiar aún, ¿qué me dices tú?

—Están un poco locos, tendrás que esforzarte mucho. Aunque, hacen muy bien su trabajo; no me preocuparía tanto si fuera tú —contestó, continuando la charla hasta llegar al vestíbulo.

A esas horas había muchas personas saliendo de las oficinas. Era inevitable el tumulto en la puerta corrediza, del que Kokonoi siempre se las arreglaba para salir primero.

El alfa se llevó consigo a Akane, respirando profundo al estar por fin fuera, en las muy transitadas calles del centro. No se terminaba de acostumbrar al ruido y los aromas de las personas.

—Mira, al frente hay un café, vayamos allí —señaló Akane, adelantándose al alfa.

Kokonoi intentó detenerla, tomándola con cuidado de la muñeca izquierda.

—Espera, ¿no te gustaría ir a otro lugar? Esta es una simple cafetería; puedo llevarte a un mejor lugar —obviamente tenía muchas otras ideas para la primera cita, no esperaba la negativa de Akane, al menos no tan rápido, ¿acaso ni lo pensaría?

—No será nada formal, de todas formas, recuerda que solo acepté porque tengo que decirte algo. — Akane se soltó del agarre y había una mirada de determinación en sus ojos claros. Ella hablaba en serio con el asunto de la charla.

El pecho de Koko se desinfló por el rechazo. Trató de ser positivo, es decir, Akane acababa de salir de su primer día de trabajo y debía estar agotada, como para ir a otro lado.

Entraron a la cafetería y tomaron asiento al lado de la ventana. Kokonoi llevaba años trabajando en Bonten y nunca se había tomado su tiempo para entrar allí, no era un mal lugar, de hecho, era cálido y sin olores mezclados. El servicio era bueno también, una mesera se acercó a penas se sentaron y les entregó un menú detallado y con una gran variedad de productos.

Lover Game// KokoInu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora