Capítulo X

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Los rastros del llanto cubrían su rostro cuando despertó. Luo binghe ya no estaba. Después de lavarse el rostro hasta borrar el llanto. sale a la tesorería de la resistencia y retira una gran cantidad de monedas. El camino de regreso fue tortuoso. No quería llegar pero tenía que hacerlo. 

Devuelta en la casita de bambú luo binghe estaba sentado con las piernas cruzadas. a un lado de la mesa servida. Esperando a su shizun. Al verlo entrar su rostro automáticamente se ilumina. Shen qingqiu se sintió culpable al verlo tan feliz. 

-¿Shizun dónde estaba? Lo estaba esperando - dijo haciendo un ademán de levantarse pero fue detenido en el proceso. 

Sentándose frente a él. Shen qingqiu toma grandes bocanadas de aire para poder hablar sin problemas. Con la espalda recta y rostro solemne. Mirando fijamente a los ojos del otro suelta con pesar - luo binghe, tenemos que hablar. 

Viendo la seriedad binghe borra la sonrisa de su rostro. empezaba a ponerse nervioso. Tenía un mal presentimiento - ¿shizun, cual es el problema? Si es por lo ayer ya le explique a shizun lo que sucedió. 

-lo dijiste sin querer, pero se que eso es lo que en verdad piensas. Tu actitud ha cambiado desde el principio y yo no quiero obligarte a que estés conmigo, así que creo que es mejor que nos despidamos aquí. - sus últimas palabras salieron sin aliento mientras contenía las lágrimas. 

Alterado luo binghe rápido intenta acercarse a su shizun - No, shizun, eso no es así. - shen qingqiu intenta alejarse de luo binghe antes de que sus manos lo toquen, pero binghe lo agarra de la muñeca fuertemente y dice - shizun, no lo dejaré ir. 

Subiendo sus manos por los brazos de binghe. Coloca una detrás de su cuello y toca el acupunto de movimiento paralizando totalmente a su discípulo. 

-shizun - susurra luo binghe con lágrimas en los ojos. 

Shen qingqiu desde hace mucho tiempo que había notado el cambio binghe pero se negaba a creerlo. Tenía mucho miedo de dejarlo ir y quedarse solo pero ahora lo ha entendido. No puede obligarlo a estar juntos. Aunque eso le cause mucho sufrimiento. Parándose ya había tomado una resolución. 

-¡SHIZUN! - esta vez la voz de binghe fue muy fuerte. Shen qingqiu tocó el punto de acupuntura para silenciarlo porque sabía que no escucharía si seguía así. Los grandes ojos llorosos de binghe le suplicaban al verlo. 

Tratando de controlar su voz. Dando la espalda para no tener que ver a binghe dice - no te alejaré del bebe si aún lo quieres. Podrás verlo cuando nazca. Por ahora adiós binghe, espero no encontrarte aquí cuando regrese. 

Dicho eso y sale por la puerta. El montón de lágrimas en sus ojos eran tan grandes que le impedían la vista. Su garganta ardía por reprimir los sollozos. Se marchó dejando a binghe atrás ahogado en lágrimas igual que él mismo. 

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