Capítulo V

2.1K 274 34
                                    

Mientras observa como el color de ambos se iba y el rostro de shen qingqiu se tornaba a un rojo intenso, sin saber si era por furia o vergüenza. Continúa con su explicación. Aclarándose la garganta dice - resulta que este brocado rojo está maldito. Ha sido buscado por miles de inmortales durante años por los beneficios que tiene. Es capaz de hacer que una pareja conciba a un hijo sin importar su estado. 

¿Cómo puede un hombre estar embarazado? Esto es lo más vergonzoso que me ha pasado. No se supone que mu qingfang es el mejor doctor de la historia ¿como puede estar hablando disparates? Estupido doctor, Estupido brocado. 

Con el ceño ligeramente fruncido shen qingqiu no pudo evitar decir - ¡imposible! ¿Como un hombre puede concebir? Esto es una tontería. 

-precisamente este es el poder del brocado. No importa si es hombre o mujer definitivamente te hará el milagro - el rostro de mu qingfang estaba tan serio cuando dijo esto que no dejó lugar a dudas. 

Shen qingqiu no sabía si reír o llorar no podía creer lo que le decían por más que lo repitieran. Tan solo por una simple manta quedó en ese estado. Un simple descuido lo hizo meterse en un gran lío. De pronto se dio cuenta que luo binghe no se ha movido de su lugar desde hace rato. Preocupado le dirige una mirada. 

Luo binghe tenía el rostro tan pálido que parecía un muerto. Su mirada estaba fija al frente pero su mente parecía completamente perdida. Ni siquiera un parpadeo movió sus ojos. Estaba en completo shock. 

¿Será que binghe en verdad no quiere un hijo? Después de todo él se muere por estar siempre solo con su shizun y ahora va a tener que compartirlo. No puede ser. No puede abandonarme ¿cierto?. Dios no quiero que se vaya. 

Un poco temeroso shen qingqiu llama - ¿binghe? ¿Estas bien?. 

Binghe no responde. Como si estubiera sumergido en un profundo pozo negro que no le permitía salir y que tenía presa su conciencia. Halandolo de una manga intenta llamarlo una vez más. 

-¡binghe, binghe! BINGHE

Con un gran sobresalto binghe se despierta de su profundo sueño. Con los ojos abiertos como platos gira su cuello para ver a shen qingqiu. 

Con voz sorprendida exclama - ¡ah! ¿Shizun? ¿Me dijo algo? - como alguien completamente perdido y expresión de asustado. 

-¿estas bien? ¿Que tienes binghe?. 

Sacudiendo la cabeza dice - estoy bien, ¿shizun necesita algo?. 

Pero antes de que pudiera responder mu qingfang ya estaba hablando - desde ahora tendrás que cuidar más tu salud. No puedes estar haciendo mucho esfuerzo ni cargar cosas pesadas. También evita las emociones fuertes. 

-no hay problema, yo cuidare de shizun y me aseguraré de que siga las instrucciones. 

-Muy bien, después de todo haré un examen de sangre para estar seguros. Cuando te sientas mejor puedes levantarte. Ten cuidado con los mareos, son muy normales en los primeros meses. 

Shen qingqiu pronuncia un reconocimiento y dice - gracias por tus cuidados. 

En todo el camino de regreso a la casa de bambú los pies shen qingqiu no tocaron el suelo ni un momento. Los pasos de lou binghe no eran rápidos ni lentos pero sí cautelosos al extremo. Tampoco vio liu qingge mientras salían ya se podia imaginar en que estado lo había dejado binghe que no tenía ánimos de volver a pelear. 

-binghe, bájame, yo puedo caminar - no quería que sus discípulo lo vieran de esta manera o en verdad no tendría cara para volver a salir. 

Negando con la cabeza responde - el camino es inseguro y que pasaría si Shizun vuelve a marearse. 

Para la suerte de shen qingqiu no había ningún discípulo cerca. En este momento de su vida bendijo a los cielos porque le tuvieran miedo a luo binghe y muy raramente se acercaban cuando él estaba cerca. 

Entrado en la cabaña luo binghe recuesta a shen qingqiu en la cama de bambú. Cubriéndolo con una manta delgada. Sirve un poco de té y lo sopla unas cuantas veces antes de dárselo a su shizun. 

-¿A Shizun se le antoja algo? Lo que quiera este discípulo puede traerlo aquí.

-salgamos a dar una vuelta. 

-Shizun, creo que es peligroso, sera mejor descansar aquí, lo que quiera este discípulo lo traerá. 

De nuevo un sentimiento de deserción fue llenando el corazón de shen qingqiu, sin embargo no permitió que se le notara en el rostro, así que, responde indiferente. 

-esta bien, no te preocupes no deseo nada ahora, ve a hacer tus deberes. 

AH LUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora