¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?"
•Contenido homosexual.
•Capítulos cortos (200 a 1300 palabras)
Tiene escenas de smut, pero hay advertencias para quienes quieran saltarse esos capítulos.
•Adaptación completamente a...
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Momo volvió a mirarse en el espejo del baño de la escuela, haciéndose señas a si misma.
"Ánimo. Sólo hazlo. Escríbelo"
Aguantando la respiración para que su valentía no se escape, sacó el cuaderno de su mochila, escribiendo rápidamente lo que quería decir.
No sabía porqué la ponía tan nerviosa invitar a Tzuyu a su cumpleaños.
Quizás era sólo porque se trataba de hablar con Tzuyu, siempre lograba ponerla un poco nerviosa, aunque se había acostumbrado a ese nerviosismo.
La puerta del baño se abrió, entrando tres chicas entre risas, chicas que conocía bien.
Frunciendo los labios, tomó su mochila y fue guardando el cuaderno mientras iba hacia la salida del baño.
-Hey, está la cerdita muda.
Sintió un empujón en su hombro, que la hizo soltar el cuaderno, que se abrió el el suelo, dejando ver páginas y páginas escritas de conversación.
-Oh- dijo una de las muchachas, con interés, agachándose para tomar el cuaderno.
Momo se adelantó, tomándolo primero, pero un empujón la hizo caer sobre su trasero hacia atrás.
-¿Qué? ¿Lo quieres?
Momo quería gritar, de nuevo, pero no podía, la impotencia hizo que sus ojos se llenarán de lágrimas.
—Oh, va a llorar, la gorda va a llorar-se burló otra, mientras una comenzaba a hojear en su cuaderno, viendo todas las palabras, todo lo que había dicho.
-¿Es tu cumpleaños?— preguntó la que tenía el cuaderno en mano, cerrándolo, dejándolo sobre el pecho de otra para que lo tomara.
La chica tomó sus manos, alzándola sin cuidado.
-Felicidades, ¿Cuánto tienes ya? ¿Quince, verdad?- golpeó su brazo con exagerada fuerza-. Déjame darte un regalo.
Momo negó, quería irse, quería correr, pero la chica la estaba agarrando demasiado fuerte por brazos.
Un grito mudo se escapó de sus labios cuando sintió el pie de la chica aplastando el suyo, con fuerza, viendo cómo sonreía un poco más.
-No sé quién sea ese idiota que te defendió pero tu vas a pagar lo que me hizo- dijo, bajo, haciendo las rodillas de Momo temblar.
