Ochenta

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[Contenido +18]

Se sentó más cómodamente, tomó a Momo por sus antebrazos para que se sentará sobre su regazo.

Ya sobre ella, abrazo las caderas de la chica, llevándolas más hacia adelante para que sus zonas se encontraran, al mismo tiempo en que la besaba de forma húmeda, ahogando leves gemidos, por cada mínimo roce, que surgía de sus labios.

Llevó una mano hacia sus vaginas, no lograba tocarlas del todo pero sí bastante, empezó a masturbar a ambas.

Cortó el beso para escuchar la agitada respiración de Momo, sintiendo su cuerpo temblar por las sensaciones, mientras el agudo sonido de sus gemidos aumentaba de a poco, conforme Tzuyu aumentaba la velocidad de su mano.

Aún con todo lo que sentía invadiendo sus sentidos, una idea algo extraña, que dudaba que pudiera habersele ocurrido de forma lógica, llegó a su mente.

-Moguri- la chica asintió, la miró con algo de esfuerzo, intentando concentrase por un momento en sus ojos y no en su placer- ¿P-Puedes intentar algo?

Momo volvió a asentir.

-Intenta hablar- dijo y Momo no pudo evitar negar, quiso apartarse, pero la pelicorto seguía teniendo una mano sobre sus caderas, impidiendo que se moviera-. Cuando sientas un gemido, intenta decir algo con ese sonido, mueve esa linda boquita que tienes... Intenta hablar.

Tzuyu había descendido la velocidad de la masturbación, y ambas podían pensar con un poco más de claridad.

-Sólo intenta, no sé... Decir mí nombre- añadió, viendo la inseguridad en sus ojos-. No pasará nada si no lo logras.

Dejó su vagina para tomar completamente la de su novia, acariciando el clítoris un par de veces, antes de introducir dos dedos en su entrada, escuchando las respiraciones cada vez más agitadas de Momo.

Pasaron varios gemidos, Tzuyu comenzaba a dudar si Momo no necesitaba algo más fuerte.

Así que volvió a acercar sus labios a sus rosados y lindos pezones besándonlos y succionandolos.

-Tzu- creyó escuchar, en un corto gemido, su mano se concentró en jugar con el clítoris, acariciando todos sus ángulos, mientras su lengua lamía sus sensibles pezones.

Momo gimió más fuerte cuando un espasmo recorrió todo su abdomen, a punto de acabar.

Sabiendo que no duraría mucho, intentó su mejor esfuerzo, reteniendo un gemido en su garganta para soltarlo con un nombre.

-Tzuyu~

La Pelicorto sonrió con orgullo, se apartó para ver sus ojos.

-Continúa, bebé- dijo-. Busca tu voz, de dónde viene.

El placer la recorría completamente, apenas podía entender lo que Tzuyu le decía, sus gemidos comenzaban a ser más erráticos, apenas teniendo tiempo para respirar entre ellos, sintiendo el orgasmo acercarse en violentas olas que la recorrían completamente, sin poder retener ninguno de sus gemidos, intentó hablar con ellos, repitiendo el nombre de su novia varias veces, sintiendo de dónde surgía esa voz.

Con un último gemido, llenó de placer, Momo acabó, aún en manos de Tzuyu.

Sin querer dejar de hacer algún ruido, con miedo de no volver a encontrar lo que había perdido, Momo murmuraba bajito, sonidos incoherentes que no tenían intención de ser palabras, permaneció así unos segundos, hasta que su esencia dejó de salir y su respiración se volvió un poco más normal.

Tzuyu se había venido con sólo escuchar a Momo gemir su nombre, y con ambas manchadas, se miraron con una sonrisa.

-Gra-cias-habló Momo, con lágrimas acumulándose en sus ojos, antes de comenzar a llorar completamente, rompiéndose, abrazando a Tzuyu con todas sus fuerzas.

♡Mute¹~ MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora