¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?"
•Contenido homosexual.
•Capítulos cortos (200 a 1300 palabras)
Tiene escenas de smut, pero hay advertencias para quienes quieran saltarse esos capítulos.
•Adaptación completamente a...
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Por su lado, Sana y Tzuyu no tuvieron mucho tiempo a solas para hablar, ya que tenían que cuidar tanto a Mina como a Jisung, y no hablarían de un tema privado con ellos dos allí.
Así que en cuanto las dos quedaron un poco alejadas de los pelinegros, Tzuyu intentó ser directa, pero sutil.
-Hyo está un poco rara- notó a Sana fingir desinterés—. ¿Pasó algo?
Sana la miró un momento, intentando mantener la expresión serena, pero la mirada de Tzuyu rompió su actuación en segundos.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero bajo la vista, parpadeando varias veces para intentar despejarse.
-Jihyo tiene una gran oportunidad, pero cree que no se la merece- musitó.
Tzuyu no sabía a qué se refería.
-¿Qué?
Sana suspiró.
-Jihyo empezó un tratamiento que puede hacerla caminar otra vez, - Tzuyu recordó cuando la chica le había contado de aquella sesión de terapia en una piscina . Pero no cree que eso pueda ocurrir, no tiene fé en sí misma ni en el proceso y quiere dejarlo... Puede que hayamos levantado un poco la voz cuando intercambiamos ideas.
-¿Qué hiciste?— Tzuyu estaba lista para golpearla si Sana había dicho algo estúpido.
-Le dije que si seguía pensando así, tan negativamente, que si seguía sin creer en sí misma, nunca caminaría.
Tzuyu la miró unos segundos en silencio.
Estaba de acuerdo con su argumento, pero también sabía que Sana no lo diría de forma tan calmada como se lo acababa de decir.
—¿Qué dijo ella?— preguntó Tzuyu.
-Yo... No la escuché. Ella comenzó a llorar y no entendí lo que decía, yo sólo estaba muy enojada, y me fuí.
-¿No la escuchaste?- Tzuyu sonaba molesta, Sana se lo reafirmó, negando con la cabeza.
La pelicorto se molestó un poco más, ella sabía lo que era no ser escuchada. Y por un momento pensó si las cosas fueran distintas, si Momo fuera quien no podía caminar.
Eso fue suficiente para enfurecerla.
La pelicorto golpeó con fuerza el brazo de Sana.
-¡Tzu-!
-¡No!- la interrumpió—. No digas nada, no intentes defenderte, te lo mereces-suspiró con cansancio—. ¿No te disculpaste?
Sana negó.
-¡No, no!-se alejó al ver que Tzuyu iba a golpearla de nuevo-. No me disculpé, pero tengo razón, y lo sabes.
Tzuyu se detuvo un momento.
-Tengas razón o no, la única persona que puede decidir sobre ese tratamiento es Jihyo-Tzuyu habló más calmada-. No vas a convencerla sólo por gritarle que tiene que creer en sí misma y que debe seguir.
Sana clavó la vista en el suelo.
-¿Al menos sabes bien porqué ella no quiere seguirlo? No ese cuentito de que no cree lograrlo, debe haber algo más...
Sana tardó un segundo en negar.
-No lo sabes porque no la escuchaste - declaró Tzuyu haciéndola sentir peor-. Escucha.
La pelicorto se acercó a ella, haciendo que Sana levantara la vista.
-Pídele perdón, y habla con ella, escúchala - la castaña asentía con cada consejo-. Y decida lo que decida, tienes que apoyarla, son pareja, pero no dueña de su vida, y si ella dice que no es no. Habla con ella decentemente, sin discutir.
Sana se mordió el labio, aguantando unas lágrimas.
-A mí también me gustaría que Jihyo camine, en serio. Tal como quiero que Momo pueda hablar. Pero gritando no se resuelven las cosas- finalizó.
Se quedó un momento más, palmeó el hombro de Sana para que volvieran con los otros dos, a terminar de encontrar cinco hojas de distintas plantas.
