Setenta y nueve

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[Contenido +18]

La mano de Tzuyu fue hacia la zona húmeda bajo las bragas de Momo, un jadeo escapó de la muda por el sorpresivo acto.

La mayor comenzó a acariciar la vagina de su novia, con la tela de por medio, de forma lenta, comenzaba a girar cada vez más su mano alrededor de la misma, escuchando la respiración de Momo acelerarse.

Sentía su parte cada vez más mojada por sólo darle placer a Momo.

Ya con la zona de la otra mojada, Tzuyu atacó el cuello de su novia, dejando marcas de amor, mientras giraba a ambas para apoyar a Momo sobre la cama.

Con ella debajo, sus besos descendieron, pasando por sus clavículas a su pecho.

Tzuyu alzó las caderas de Momo, quien abrió sus piernas inconscientemente, quedando la pelicorto entre ellas, sintiendo la zona húmeda de la chica contra su vientre bajo.

Tzuyu llegó a los pechos de Momo, llevó sus manos a la espalda de Momo para desabrochar el sostén, una vez quitada la molesta prenda, dio una lamida a sus pezones, al mismo tiempo que simulaba una pequeña embestida con sus caderas.

Escuchó escapar un gemido y sonrió.

Se movió contra la otra, haciendo fricción, con su vagina empapada y aún atrapada en sus bragas.

Momo sentía los espasmos de placer que hacían vibrar su zona cada vez más con cada movimiento de Tzuyu sobre ella, quién no había dejado de poseer sus rosados pezones con su boca.

Con ambas mojadas, la pelicorto los dejó para subir hacia su rostro, mirando con placer la expresión de Momo, quién pedía más, quería más.

Toda la vergüenza se había ido, y eso era lo que Tzuyu quería lograr.

La pelicorto volvió a tomar los carnosos labios de Momo, mientras simulaba embestidas, escuchados los gemidos que eran ahogados por el beso, que aumentaban conforme hacía los golpes con sus caderas más duros.

Sin cortar el beso, Tzuyu deslizó sus dedos debajo de la ropa interior de su novia, bajándola de a poco, dejando la vagina de Momo libre.

Hizo lo mismo con sus bragas y sostén, aunque mucho más rápido.

Momo quiso desviar la vista hacia abajo, pero Tzuyu tomó una de sus mejillas haciendo que la mirara.

-No mires, sólo disfruta.

Esta vez, Tzuyu hizo que ambas partes íntimas se tocaran, friccionando la suya contra la de la otra, escuchando un gemido bajo por parte de Momo ante la sensación.

La pelicorta llevó dos de sus dedos hacia su boca, lubricándolos generosamente con su saliva.

Momo no entendió bien el porqué, hasta que, segundos después, Tzuyu dejó sus dedos para llevarlos hacia su entrada, ya algo dilatada por el placer.

Sintió su corazón acelerarse con algo de miedo, era la parte que más le asustaba.

-Tranquila- murmuró Tzuyu, dándose cuenta de lo que pasaba-. Lo haré bien-. añadió, al tiempo que comenzaba a acariciar con sus dedos alrededor de su interior, haciendo que Momo se sintiera incómoda al principio, hasta que pudo relajarse.

Sintió el primer dedo comenzar a penetrarla, de a poco, entrando en sí y por un momento sintió pánico.

-Momoring.

La muda miró a Tzuyu.

-Engancha tus piernas a mí- habló.

Alzándose con ayuda de Tzuyu, Momo enredó sus piernas sobre las caderas de la pelicorta.

Sintió a Tzuyu penetrar más profundo en ella, su espalda se arqueó de placer y un gemido bajo salió de sus labios.

Tzuyu sonrió ante su logro.

Cuando sintió la entrada de Momo acostumbrada, metió otro dedo, y la pelinegra gimió más alto, más agudo.

Sintió su vagina palpitar con necesidad.

Necesitaba a Momo, estaba desesperada por tenerla.

Pero sabía que debía ser suave, debía hacer las cosas bien.

Momo parecía algo frágil a sus ojos, no quería romperla; además, era su primera vez, la primera vez de ambas, en realidad, aunque la chica muda era mucho más pura que ella.

Retiró ambos dedos del interior de la chica, para posicionarse sobre la parte íntima de la chica, quien se dio cuenta de lo que pasaba.

—¿Vas bien?—preguntó Tzuyu, aunque le costaba hablar claro, teniendo lo que más deseaba a punto de pasar.

Momo asintió, y Tzuyu se sintió más aliviada.

-Iré despacio- murmuró, mientras se movía despacio.

Sintió a su novia tensarse, retrayendo cualquier dilatación que una vez hubo.

Fue cuando sus ojos dejaron de concentrase en eso y miraron más arriba.

Vió a Momo apretar las sábanas con sus manitos, mientras se mordía el labio y aguantaba las ganas de retorcerse, con expresión dolorosa, las lágrimas en los bordes de sus ojos, algunas en sus mejillas.

En vez de escuchar un gemido, surgió un sollozo.

Tzuyu se levantó rápidamente, Momo comenzó a respirar pesadamente, buscando aire, temblando, dejó caer sus piernas, que ya sentía sin fuerzas.

La pelicorta la tomó por los brazos, alzándola, abrazándola contra sí con fuerza, acomodando el rostro de Momo contra su hombro, dejándola llorar.

-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento...- repetía, meciendo a Momo en un intento por calmar el llanto—. Quizás fue demasiado, bebé, lo siento... N-No quise que te doliera tanto, perdón, no me di cuenta...

Momo negó, limpiando sus lágrimas con brusquedad, la alejó un poco para mirarla.

Alzó su mano en una seña.

"Está bien" dijo, con una sonrisa algo forzada, pero feliz, sabiendo que Tzuyu había parado.

Se había desesperado, se sentía a punto de quebrarse, muy apretada en su interior, sin poder moverse, asfixiante...

Pero Tzuyu se había dado cuenta de su dolor, y la había dejado, tal como sabía que lo haría, y por más que seguía sintiendo esa zona incómoda, se sentía bien porqué tenía la mejor novia del mundo.

-¿Me perdonas?- Tzuyu se veía completamente arrepentida.

Momo asintió, dejó un corto y tierno beso sobre los labios de la rubia, para enfatizar.

Tzuyu rio un poco, más tranquila.

-No puedo dejarnos así— dijo, mirando hacia ambas zonas, aún mojadas.

Alzó sus ojos hacia una ruborizada Momo, quién asintió, mordiéndose el labio con una sonrisa

♡Mute¹~ MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora