Smile For You © «Kagamine Len x OC»

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『"Su cabello cual rayos de Sol
Brillaba, sin aceptar detención.
Con un similar sirviente a su lado
Y una sirvienta de ojos color morado."』

R I N

      Aún no me lo podía creer.

      ¡Mi hermano gemelo estaba aquí! ¡Conmigo!

      Los recuerdos que cuando niña bloqueé, regresaron a mí apareciendo todos aquellos sentimientos de agonía y nostalgia que para no lastimarme a mi misma encerré inconsciente, en la espera de que mi único familiar que conservaba su vida volviera a mi lado.

_Flashback_

      Len se encontraba tranquilo leyendo un libro en la biblioteca. Yo lo sabía, e hice que Hina me persiguiera hasta donde él se encontraba.

      —¡Wa! ¡Me atrapaste! ¡A veces odio que seas tan rápida! —una de las virtudes de Hina siempre fue su inteligencia y capacidad física, ¡Santo cielo ¿cómo podía equilibrar ambas cosas?!

      —¿Por qué hacen tanto ruido? —escuchamos hablar a Len, emocionada me solté del agarre de mi amiga y corrí a abrazarlo.

      —¡Rin-chan! —ignoré los regaños de Hina.

      —¡Buuh! ¡Deja de ser tan amargada! —reproché, ella rodó los ojos.

      —¿A qué jugaban? —preguntó mi hermanito, sonreí y me aferré más a él.

      —No estábamos jugan-

      —¡¡Atrapados!! —interrumpí, sentí su mirada enfadada en mi espalda pero no le di gran importancia— ¿Quieres jugar?

      —¡Rin-chan!

      —De acuerdo —expresó mi hermano, Hina se golpeó suavemente la frente decepcionada.

      —¡Genial! ¡Len te toca atraparnos! Vamos Hina —tomé la mano de mi amiga y comenzamos a huir por los enormes pasillos del palacio perseguidas por mi gemelo.

_Fin del Flashback_

      —Por cierto, Len, ¿recuerdas a Hina? —pregunté una vez se puso de pie a mi lado, dirigió su mirada a la pelirroja que estaba aún de pie a un lado de la puerta.

      —Sí, ella fue la que me guió hasta aquí —informó sonriendo en dirección a la pelirroja.

「Oh no...」

      —L-Len...

H I N A

      —¿No recuerdas a Hina? —le preguntó Rin aún sin poder creerlo, Len me miró confundido.

      Bueno, es normal, tiene cosas más importantes en las que pensar que en una sirvienta cualquiera.

「¡Pero tú no eres una sirvienta cualquiera! ¡Eras su amiga!」

      Gritaba la parte de mi subconsciente que intentaba silenciar.

      —B-Bueno, es normal Alteza... han pasado más de diez años después de todo... —susurré, más que para ella, para convencerme a mí misma—. Más importante, ¿No desea que le de un recorrido a nuestro invitado por el palacio?