ɴᴏᴠɪᴏs ǫᴜᴇ sᴇ ᴏᴅɪᴀɴ |ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ✅

Capítulo 12: El más hermoso

Para alarma de Wei Wuxian, Lan Wangji seguía siendo un peso muerto. Una copa de alcohol y el hombre se derrumbó sobre la mesa de la posada, roncando suavemente. Gracias a su experiencia previa con un Lan Wangji borracho, entonces el hombre se despertaría pronto, pareciendo normal pero desorientado más allá de la comparación.

Efectivamente, cuando Lan Wangji se despertó, parecía completamente sobrio con la excepción de sus ojos, que estaban perdidos. Eso y su respiración ligeramente entrecortada fueron las únicas señales de que algo andaba mal.

—¿Lan Zhan?

—¿Mn?

—¿Estás bien?— Wei Wuxian tenía la cabeza inclinada hacia un lado y movió la cara de Lan Wangji para ver su reacción.

—Mn.

—¿Sabías que estabas durmiendo en la mesa hace un momento?

Lan Wangji se puso de pie, se arregló la ropa y miró intensamente a los ojos de Wei Wuxian, luego caminó hacia el lado de Wei Wuxian.

—Son las 9. Debemos dormir—. Agarró la mano del otro hombre y trató de tirar, para hacerlo acostarse.

—Debemos dormir—, repitió.

Después de varios intentos fallidos de hacer que Wei Wuxian durmiera en el piso del restaurante, Lan Wangji se rindió y se acostó solo. Al ver al hombre alto, generalmente digno con su túnica blanca prístina, yacer en el piso de un restaurante instalado temporalmente, Wei Wuxian no pudo evitar reír.

Wei Wuxian lo empujó para llamar su atención. —¡Oye, Lan Zhan, no puedes dormir! ¡Tenemos que ir a ver los fuegos artificiales!

Ante esto, Lan Wangji se animó con entusiasmo y Wei Wuxian casi podía imaginar sus orejas de cachorro y mover la cola por cómo sus ojos brillaban de emoción.

—¡Fuegos artificiales! ¿Dónde?

—Justo afuera. Unámonos a la multitud, o nos perderemos los mejores lugares.

—¡Ahora! ¡Fuegos artificiales! Wei Ying, ¡Vamos!

Luego, inmediatamente salió corriendo del restaurante, dejando que Wei Wuxian pagara la comida y corriera tras él.

Subieron a la zona común, donde se iban a encender los petardos, pero la encontraron ya ocupada con mucha gente, impidiendo ver el espectáculo.

Wei Wuxian suspiró, —Oh, no hay buenos lugares para nosotros. Qué pena. Bueno, está bien, nos quedaremos aquí y miraremos tanto como podamos.

Lan Wangji frunció el ceño con tristeza.

—Pero fuegos artificiales...

—¿El próximo año? Siempre podemos volver.

—¡Sí! ¡Pero fuegos artificiales ahora!"

En ese momento, Lan Wangji sacó a Wei Wuxian de la multitud hacia un callejón vacío.

—¡Lan Zhan, espera! ¿Qué estás haciendo?

Sin explicación, Lan Wangji desenvainó rápidamente a Bichen y lo pisó, tirando de Wei Wuxian hacia la espada por la cintura.

—No. Mirar los fuegos artificiales.

La firmeza en su tono y la seriedad de su rostro, combinados con la insistencia infantil, hicieron reír a Wei Wuxian, hasta que se dio cuenta de lo cerca que estaban. La mano de Lan Wangji retuvo su lugar en su cintura, su rostro se acurrucó justo al lado de la oreja de Wei Wuxian, respirando leve pero audiblemente. Podía sentir cómo todo el cuerpo de Lan Wangji se apoyaba en él y luego se dio cuenta de que estaban prácticamente lo suficientemente cerca para besarse. El pensamiento hizo que Wei Wuxian se calentara y sus mejillas se sonrojaran ligeramente.