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Cuando Minho iba a presentarle a su abuela y a su padre, Nari no estaba tan nerviosa como se pensó en un principio.
Quizá era porque llevaba un tiempo hablando con su madre y había visto que era una mujer encantadora que no paraba de interesarse por su vida, preguntándole cosas simples para conocerla mejor, como su cumpleaños, a lo que se dedicaba, sus intereses...
No la juzgaba, no sintió en ningún momento que lo hacía, todo lo contrario, lo que hizo que su inquietud empezase a disiparse.
Mientras esperaban a que llegasen, habían tomado un té sentados en uno de los sofás que había en la casa como si no fuera la primera vez que estaba ahí. Tampoco lo parecía por cómo los gatos de Minho no dejaban de estar pendiente de ella, pidiéndole atención, que los acariciase y subirse encima, lo que hacía que tanto Ruby como Moonie quisieran hacer lo mismo y que su novio se quejase porque lo ignoraban.
Sí, seguía angustiada, no podía evitarlo por la importancia de la situación, su mente no dejaba de pensar en ello, en hacerse infinidad de preguntas mentales, en debatir cómo serían los siguientes días, si estaría a la altura (una de las cosas que más le preocupaban), si la familia de Minho la aceptaría (porque no sabía qué haría si no fuera así), si estar ahí era un error...
Sin embargo, si era sincera, no tenía tanto miedo como antes, se sentía más cómoda que hacía unas horas gracias a lo bien que la estaba tratando la madre de Minho, porque él... Él la chinchaba a su manera, haciendo comentarios de los suyos y mirándola de forma inocente para hacerse el bueno.
Después de inclinarse para hacer una reverencia muy pronunciada a la anciana para mostrar su respeto, lo que su novio aprovechó para sonreír de esa forma tan suya, esa que usaba para burlarse de ella, reprimiendo un comentario en los labios, que más tarde le diría por lo que lo conocía, la miró. Por educación, al ser mayor, la que tenía que hablar antes era la anciana, si lo hacía antes quedaría como una persona maleducada, algo que no quería.
Vio de inmediato el parecido con Minho, tenía esa misma forma de sonreír y la expresión divertida en el rostro a la par que seria, lo más probable que el idol lo hubiera sacado de ella. Y por la forma en que la miraba, de nuevo, se sintió aceptada, como si no fuera una extraña que acababa de conocer.
—No me habías dicho que era tan guapa —le habló de forma directa a su nieto, riñéndolo aunque el tono de voz era divertido—, y mira que has hablado de ella...
—No mientas —se excusó, sonrojándose de forma leve aunque intentó disimularlo, pero Nari lo vio y sonrió sin poder evitarlo. Nunca estaba de más tener algo con lo que burlarse de él—, no me dejes mal delante de mi blandita, halmeoni.
—¿Saber que hablas de mí es dejarte mal? —interrogó, con una ceja alzada.
—Sí, porque tengo una imagen que mantener contigo. —Apretó los labios para contener una carcajada—. Pero sí, es muy guapa, tengo buen gusto, ¿no, halmeoni? Pero no debería sorprenderte.
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Any ― Lee Know
FanfictionNari y Minho no se soportan. O eso es lo que hacen creer al mundo, porque en realidad tienen muchas cosas en común, como las ganas que tienen de callar al otro con un beso. **** Cuando Nari y Minho se conocen, todo lo que podría salir mal, sale mal...