La Fratricida: Capitulo 1

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En Los Ángeles, California vivía la familia Smith, que lo componían Carol Smith, Danna Smith y sus padres.
Una de las hermanas, la más pequeña llamada Danna que tenía doce años, era una niña muy cariñosa, risueña, talentosa y obediente. Pero había un problema; Danna nació con problemas al Corazón.
No podía tener ningún disgusto, no podía hacer deportes, nada de hacer esfuerzos ya que no lo resistiría su Corazón.
Sus padres la adoraban, hacían todo lo posible por evitarle disgustos o esfuerzos innecesarios, la protegían mucho para que nada le pasara.

Sin embargo, su hermana mayor Carol de quince años, era la única de la familia que la menospreciaba. Desde pequeña le dio celos que le prestaran más atención y cuidados a su hermana que a ella.

Por otra parte le daba rabia que Danna la siguiera como perrito faldero.

Muchas veces le gritó que la dejara en Paz, haciendo que Danna se fuera llorando y que ésta se pregunte a si misma porqué Carol la trataba tan mal.

Un día los padres de ambas hermanas, decidieron salir inesperadamente de viaje por dos días, a visitar al abuelo de las niñas por parte de madre, que al parecer estaba ingresado en el Hospital.

Carol quedó al cuidado de su hermana pequeña, pero ella no tenía pensado en absoluto quedarse en casa cuidando de Danna.

En cuánto sus padres salieron por la puerta, Carol fue a su habitación, se cambió de ropa y cogió las llaves de casa que estaban en su mesita de noche, para ir dónde una amiga que vivía a dos calles de la suya.

Salió de su habitación y se dispuso a bajar las escaleras, cuándo alguien le agarró de la muñeca. Carol se giró y vio enfrente de ella a su hermana menor.

- ¿A dónde vas Carol? ¿Vas a salir?

- Sí, voy a salir dónde una amiga, vuelvo más tarde, dentro de cinco horas, espero que te portes bien, no hagas travesuras en mi ausencia. ¿Ok? - Le dijo muy seria a la pequeña.

- ¿No me piensas llevar contigo? - Dijo su hermana pequeña con cara de tristeza, pensando en que se quedaría totalmente sola en casa.

- ¡Claro que no! ¿Estás loca? ¿Cómo crees que te voy a llevar? Vamos a hablar sobre cosas que no debes escuchar, así que déjame en paz, vete a tu habitación y espera a que vuelva. Ah, y ni se te ocurra decirles a papá y mamá que salí. Si llaman en mi ausencia, les dices que estoy en la ducha. ¿De acuerdo?

A lo que se desasió de la mano de Danna y se dio media vuelta para bajar las escaleras, pero no había llegado ni al cuarto escalón cuándo Danna de nuevo se le puso delante de ella y le impidió el paso, abriendo los brazos.

- No pienso quedarme aquí. Llévame o les digo a papá y mamá que me dejaste sola.

Carol estaba totalmente indignada ¿Cómo se atrevía esa pequeñaja a amenazarla? No se podía creer lo que oía, estaba ya cansada de que Danna estuviera encima de ella, de que ella fuera la preferida de todos desde que nació, que fuera ella la que recibiera más cariño.

- Quítate Danna, por que no respondo de lo que haga. - Dijo Carol mientras la apartaba a un lado.

Pero su hermana volvió a cogerla de la muñeca impidiendo que bajara, a lo que Carol se enfadó cada vez más, intentando soltarse de la mano de su hermana sin conseguirlo.

- ¡Suéltame ya!

- ¡No! No quiero quedarme en casa sola.

- A mí me da igual, tú haces lo que te diga yo. - Dijo Carol mientras forcejeaba con su hermana para que la soltara.

Las hermanas forcejearon fuertemente, perdiendo al final el equilibrio y acabando rodando por las escaleras. Ya llegando al tramo final de los escalones, Carol se golpeó la cabeza con la mesita que estaba justo al lado de las escaleras, aunque no le dio mucha importancia al golpe que se hizo, porque seguía forcejeando sin cesar con su hermana.

Siguieron así como cinco minutos más, Carol estaba ya totalmente cabreada y optó por morder a su hermana, arañarle el rostro, tirarle de los pelos, darle bofetadas para que la soltara, sin conseguir nada.

Carol dejó dominarse por la furia, tanto que no midió lo que estaba a punto de hacer.

Sin pensarlo dos veces, Carol cogió como pudo de la mesita que estaba al lado de las escaleras, un florero que estaba hecho de vidrio, golpeando con él a su hermana.

Relatos Cortos (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora