Facultad

9 3 0
                                    

Mi nombre es Mike Miller, tengo veintitrés años y en este mismo instante me siento triste. ¿Quieren saber por qué? Por tener que haber dejado el que es ahora mi antiguo hogar, dónde tengo a mi única pariente; mi abuela.

Hace exactamente doce años atrás murieron mis padres en un accidente de coche, recuerdo que ese día estaba con mi abuela en su casa y al caer el anochecer, no habían llegado todavía a recogerme ni tampoco habían llamado para decir que se iban a retrasar, algo que tanto a mí, como a mi abuela nos resultó extraño.

Mi abuela ese día daba vueltas de un lado a otro por el salón, observando cada cierto tiempo desde la ventana si se acercaba algún coche. Justo alrededor de la medianoche, cuándo la llamada del sueño me estaba ya acunando, sentí que llegó una patrulla de policía; Para notificarnos que mis padres habían fallecido.

Desde ese instante, me fui a vivir dónde mi abuela, que me cuido, protegió, me dio un techo dónde vivir, comida y estudios.

Hoy era mi primer día en la Facultad de medicina, había llegado a mitad del segundo semestre y a la primera hora lo había pasado fatal. En cuánto me vieron mis compañeros, me observaron detenidamente, como si delante de ellos hubieran expuesto a un bicho raro, a algo que fuera de otro planeta. Ahora me encontraba solo, apartado de los demás; sentado en un rincón de aquella inmensa Facultad.

- ¡Eh, tu! - Escuché decir a alguien detrás de mí, haciéndome saltar de susto, al haber estado tan inmerso en mis pensamientos.

Me di la vuelta y ante mí vi a un compañero de la Facultad, junto con otros dos chicos, que me miraban con cara de asco.

- Eres el nuevo, Mike Miller si no me equivoco ¿no? Yo me llamo Josh. Estos son mis amigos. - Dijo señalándome a los dos chicos que estaban a su lado.- El que está a mi derecha se llama Derek y a mi izquierda esta Mark. Mira queríamos invitarte a formar parte de nuestro grupo. ¿Te apuntas?

No me lo podía creer. ¿En serio me estaba pidiendo que formara parte de ellos? No pensé que en tan poco tiempo fueran a acercarse a mí las personas, más que nada porque todo el mundo me ve como un pringado. Sin duda alguna esta era mi oportunidad, así que sin pensarlo más decidí aceptar su oferta.

- Mmm... Sí me llamo Mike. Y ¡Claro que sí! Estaré encantado de pertenecer a vuestro grupo. - Dije mientras me levantaba del suelo y le tendía la mano.

Sin embargo, Josh no me estrecho la mano, así que inmediatamente la aparte. El semblante de su rostro había cambiado, dejó de sonreír para ponerse totalmente serio. ¿Y ahora qué pasaba? No había dicho algo malo para que se pusiera así.

- Te he dicho si te querías apuntar, pero nunca dije que tuvieras seguro tu puesto en el grupo. Antes tienes que realizar una prueba para entrar.

- Ok. ¿Y que se supone que debo de hacer? -Dije algo confuso porque de repente de haberme ofrecido entrar a su ''grupo'', pasara a decirme que no podía sin antes realizar una prueba.

- Hoy a las diez de la noche habrá una fiesta en mi casa, así que allí te diré lo que debes hacer, es obligatorio que acudas sin excusa alguna. ¿Ok?

- Vale, entonces nos vemos esta noche.

- Si, nos vemos. - Dijo Josh mientras se marchaba con sus amigos empezando a hablar muy animado. Ciertamente empecé a ver extraño que me ofreciera Josh formar parte de su grupo y más aún que para poder acceder a ella tuviera que realizar una prueba ¿Qué clase de prueba seria? ¿Sería algo que pudiera hacer sin vacilación?

Dejé de darle vueltas al asunto por unos segundos en cuanto escuché sonar la campana de la Facultad, dando la señal de que había terminado el receso y debíamos ir a la próxima clase.

Relatos Cortos (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora