II Temptation

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Primero que nada, quiero agradecer a todas las personas que me comentaron en el capítulo anterior. Cada uno de sus mensajitos me dio un plus de ánimo e inspiración para continuar con el fic así que ustedes son mis vitaminas, así como Sanzu tiene sus pildoritas uwu

De nuevo agradezco a @saidgonfreccs por los gráficos ^ ^- 

Aquí vengo con la continuación.

¿Podrá Sanzu voltearse a Mutō?

La ToMan tuvo unos días de receso

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La ToMan tuvo unos días de receso. Las cosas estaban tranquilas de momento, por lo cual sus miembros aprovecharon esa inusual serenidad para dedicarse a actividades que eran de su agrado o incluso para holgazanear y relajarse si tenían la oportunidad de darse esa libertad.

Lo último era en el caso de Sanzu, quien no teniendo mayor vocación y pasión que las peleas de las pandillas y meterse en problemas a través de estas, en sus días libres realmente no tenía mucho por hacer. Podría haber visitado a Mutō para continuar con su plan de espiarlo con el fin de cuidar a Mikey de posibles traidores dentro de la banda, pero, después del último acontecimiento, parecía que la mejor opción era tomar algo de distancia y respetar el espacio personal del más alto.

Pero Sanzu no tenía ni un gramo de dignidad, no era como si la idea de darse tiempo y tomar distancia haya nacido de él. Lo primero que hizo fue ir a visitar a su capitán o merodear por su vivienda para asecharlo en silencio, pero, increíblemente, Mutō no había estado en todo el día de ayer en su domicilio. Tal vez había hecho un viaje por el día a una ciudad vecina para distraerse, ya que gustaba de viajar a los lugares aledaños para comprar ingredientes de cocina autóctonos de la zona.

Al final, Sanzu se había quedado echado en su cama durante todo ese tiempo tratando de enfriar su mente. Lo único que tenía claro a esas alturas de su, cada vez, más distorsionada vida era que tenía que ser fiel a su rey, Manjiro Sano. ¿Qué pasaba en el caso de que Mutō no estuviera ausentándose para comprar cosas que necesitaba, sino que estaba planeando unirse a algún enemigo? ¿Era capaz de matarlo para enjuiciar a su sagrado rey?

Claro que sí. La respuesta era más que clara. Era lo suficientemente capaz de matar a su capitán con quien había pasado los últimos años de su vida compartiendo casi a diario. No tendría remordimientos si se daba el caso.

¿Cierto?

Todo bien salvo un pequeño inconveniente que le estaba torturando casi todos los días.

El problema era que últimamente comenzaba a pensar en Mutō de otras maneras. A sentir la necesidad de pasar más tiempo de lo necesario con él con la excusa de mantenerlo vigilado. Incluso comenzó a soñarlo en tintes muy subidos de tonos con él. Sin ir más lejos, la noche anterior había soñado que quería pegarle a Mutō (?), pero éste en su defensa le apretaba el cuello con sus enormes y fuertes manos, estrellándolo contra la pared y ahorcándolo sin piedad. Sanzu más que sentirse asustado en el sueño disfrutaba lujuriosamente el castigo que Mutō le estaba dando.

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