Capítulo 26

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—Nuestra invitada de honor —dijo Aaron, recibiendo su madre en la puerta de su casa.

Dorothy entraba por la puerta, aun con la pierna escayolada, lo que me hizo sentir horrible, pero con una sonrisa tan abierta, que se le veía felicidad en el rostro.

—Así deberías recibirme cuando aparezco. Excepto que estoy contente de venir, por eso te disculpo. Últimamente has sido un niño muy travieso. —Lo regañó y todos sabíamos de qué se trataba. Aaron bajó la cabeza como los niños pequeños.

—Gracias por venir, estoy muy contenta de que estés aquí —le dije, cogiéndole las manos con las mías.

—¿Y cómo podría ser si no? Nunca me perdería un día tan especial para ti.

Aaron insistió en celebrar una cena de compromiso y al final acepté. En el último mes, desde que dejé el trabajo han pasado muchas cosas. Volví a vivir con Aaron. Empezamos a trabajar juntos de nuevo, ahora más que nunca me dedicaba al cien por cien al negocio de las magdalenas y él me ayudaba mucho. Sobre el Sr. Maldonado, la familia no presentó una denuncia, porque Aaron fue a hablar con ellos. Le dije que no era necesario, pero me dijo que era lo que tenía que hacer. Sin embargo, también estaba en proceso judicial, porque resulta que el viejo loco me había dejado parte de su dinero en su testamento, y la familia quería impugnarlo. No quería nada, pero el proceso estaba en los tribunales. Después de todo lo que le había hecho, me había dejado dinero encima. Y no era una cantidad pequeña. Al parecer, era muy rico. Y me quedé en shock cuando lo oí. No quería el dinero, pero Aaron dijo que era su voluntad y que estaba en mi derecho. Y que sería muy tonto si lo rechazara. Si eso es lo que quería el Sr. Maldonado.

Realmente quería seguir con mi vida y olvidar todo lo que había pasado. Pero para vivir en paz. Ahora que mi vida parecía tener un poco de felicidad.

—Ahhh... Felicidades —Por la puerta entraron también mis antiguos colegas de trabajo. Estaba exuberante de tenerlos a todos allí.

—No es para tanto, es solo una boda —dije yo, abrazando a Román, Lilian, Julia y Beth.

Esperábamos algunas personas más, básicamente familia de Aaron, sus amigos y algunos otros mis amigos, que, a pesar de todo, seguimos en contacto. Ahora, incluso, más que nunca.

—Claro que sí. Enhorabuena. Ahora falta la ceremonia.

—Si por mí fuera, mañana mismo —dijo Aaron, saludando la gente y cogiéndome por la cintura.

—Ya os he dicho que no voy a apresurar las cosas. Da igual la fecha. Hemos decidido hacerlo en verano.

—Pero si quedan meses hasta verano —se quejó Beth, que estaba deseando estrenar vestido para la boda.

—Las chicas vamos a hacerte un fiestón de despedida de soltera, ya verás —añadió Julia.

—Sí —reiteró Lilian—. ¿Te apuntas, Dorothy?

—Y ¿cómo no? —contestó la mamá de Aaron.

—Mamá... —criticó Aaron.

—¿Qué? No estoy así tan vieja, puedo aguantarme perfectamente un striptease de un chico bueno y jovencito. Estoy deseando esa fiesta.

Vi el semblante de Aaron cambiar. Me entraron ganas de reír. Más aún cuando me cogió del brazo para apartarme de la gente y me susurró al oído:

—Dime, por favor, que no va a haber strippers en la despedida. —Su voz era seria y perturbada.

—Pero, amor, yo no pinto nada aquí. Sabes cómo es... estoy segura de que tú tampoco sabrás que va a pasar en tu despedida.

—Desde luego strippers no será, porque no quiero. Odio esas cosas.

MAGDA LLENA CON AMOR | TERMINADA Y COMPLETA | ROMANCE JUVENILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora