Cap. 23 - CONECTADOS

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MARTÍN

Mi hermano Andrés era un fiel creyente del amor, un romántico empedernido que soñaba con enamorarse profundamente, casarse y tener muchos hijos. Yo solía burlarme de él, un chico de 18 años soñando con esas cosas no es común. Pero, 5 años después soy un chico de 18 años, soñando con pasar la vida entera con su novia. Supongo que mi hermano mayor estaría orgulloso de mí... o se burlaría si pudiera.

- Es así hermanito, no puedes escapar del amor. ¿O me vas a decir que no sentiste que Ludo era la mujer de tu vida con sólo mirarla a los ojos?

- Tienes razón, cuando sus ojitos se fijaron en los míos... lo supe. Me llevó 5 años hacer que me mirara, pero valió la pena.

Andrés se ríe de mí y se pone en plan cursi, cuando comienza a relatar lo que es para él estar enamorado. Para él, enamorarse es... sólo pensar en esa persona, respirar por ella, planear un futuro a su lado... es, sentir tanto amor que el pecho podría explotarte. Es sentir una profunda conexión con ella.

- ¿Sientes una profunda conexión con mi cuñada, hermanito?

- La siento. Pienso en ella todo el tiempo, la extraño cuando no estamos juntos y sólo me siento en calma cuando está entre mis brazos. - Suspiró soñadoramente. - Después de lo de ayer, me siento profundamente conectado a ella.

De repente mi hermano se pone serio. Comienzo a tomar conciencia de donde estoy y mi cuerpo se estremece al darme cuenta que estoy en la misma calle donde él murió.

- Andrés... algo no va bien, verdad?

- No, hermanito.

Andrés gira su cabeza a un costado y sigo la dirección de su mirada. Mi corazón se paraliza al ver a mi novia tirada en el suelo cubierta de sangre. Sus ojitos están cerrados, ya no me miran. Por fin reacciono, grito su nombre y corro hasta ella.

- Llama una ambulancia. - Le suplico a Andrés que me observa a unos pasos de distancia. - Ludo, amor mío... despierta. - Acaricio su mejilla y se me hiela la sangre al sentir su suave piel completamente fría. Me desespero y lloro desconsoladamente mientras tomo a mi chica entre mis brazos. Ella no puede morir, no puede dejarme. - Andrés, llam... - Dirijo mis ojos a mi hermano que no está de pie a mi lado sino que yace junto a mi novia. Lo he perdido a él también.

Me despierto sobresaltado, con la respiración agitada y el cuerpo sudado... he tenido una pesadilla. Me siento en la cama y mi cerebro trata de recordar el horrible sueño y me doy cuenta que ha sido la misma pesadilla de siempre, sólo que esta vez no sólo muere Andrés, sino que también muere mi Ludo. Siento que el corazón se oprime dentro de mi mientras una horrible angustia se instala en mi estómago. La sola idea de perder a mi rubia me enloquece. Tomo mi móvil de la mesita de luz e inmediatamente buscó el chat con ella, mis mensajes ya no son leídos y eso me preocupa. Algo pasa con ella.

Chat - NOVIA MÍA

Martín: Mi amor, has cenado ya? (leído)

Martín: Supongo que estás ocupada... podemos hablar antes de que te duermas? Quiero oír tu voz. (leído)

Martín: Amor mío, estás bien? (leído)

Martín: Espero que no hayas tenido problemas con tu tía por salir hoy. (leído)

Martín: Amor! (leído)

Martín: Supongo que hablaremos mañana... Te amo, novia mía. (leído)

Apuesta... al primer amor (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora