Apuesta... al primer amor (Terminada)

Cap. 29 - LUXURY

MARTÍN

El fin de semana luego del juicio, llevé a Ludo a una cabaña a las afueras de la ciudad para que se relajara un poco. Todo el proceso del juicio fue difícil para ella, tener que volver a ver a las tres personas que la lastimaron y encima recordar lo sucedido dejó por completo agotada a mi nena. Sé que ahora está tranquila y yo también lo estoy, al saber que los tres pagarán por todo el daño que le hicieron a Ludo. Sin embargo, unos días lejos de todos le sentó de maravilla a mi rubia. Me encargue de hacer que se relajara y le demostré cuánto la amaba, tanto con mi corazón como con mi cuerpo. Fue hermoso.

Las semanas siguientes fueron más relajadas. Últimamente pasamos mucho tiempo con mi hermanita Camila. Cuando le presenté la pequeña a mi novia, ambas congeniaron muy bien, fue conexión a primera vista. De hecho, creo que mi hermanita quiere más a mi chica que a mí. No me quejo, amo que mi novia esté rodeada de personas que la amen. Es inevitable que Ludo no te robe el corazón. Incluso mi padre y su mujer Cinthia adoran a mi rubia. Eso facilita la relación con ellos, en realidad conocer a Cinthia no fue tan malo, la mujer es agradable y se nota que ama a mi padre, y que no está con él por su dinero como creí en un momento. De hecho, en la reunión que organizó mi padre en su casa para conocer a su familia, él y yo hablamos a solas y finalmente lo perdoné. Mi madre no oculto lo increíblemente orgullosa que estaba de mí, le alegra que no guarde reconocer en mi corazón, que siga con mi vida y sea feliz. A mí me alegra que ella deje de preocuparse por mí y la relación con mi padre, creo ahora ella, también puede seguir con su vida de una forma más tranquila.

Mi vida está en orden, he recuperado por completo la relación con mis padres, tengo una hermana que adoro, amigos incondicionales y la novia más increíble del mundo. Ella es mi pilar, mi fuerza, la única persona que me hace mejor persona, no sólo en el ámbito personal, sino también en el ámbito escolar. Mi Ludo me ayuda bastante con la escuela, me ayuda a hacer las tareas y hace los resúmenes para los exámenes para estudiar juntos. Sin ella, no creo que pudiera terminar mi último año tan bien. Lo único que me tiene algo desmotivado, es que hemos perdido los últimos partidos de básquet del campeonato. Aunque no está todo perdido, aún tenemos posibilidades de consagrarnos a fin de año, sólo debemos ganar todos los partidos a partir de ahora.

***

La primavera está a la vuelta de la esquina, lo que significa que como cada 21 de septiembre estamos planeando asistir a la gran fiesta en unos de los antros más lujosos y exclusivos de la ciudad, "Luxury". Este año es diferente, porque voy a asistir con el amor de mi vida. Es la primera vez que ella asistirá a uno de estos eventos y quiero que sea una fiesta inolvidable para ella. Nos hemos reunido en el receso, estamos sentados alrededor de una mesa, Ludo está sobre mis piernas mientras abrazó su cintura y hundo mi nariz en su cuello aspirando su aroma.

- Trae papas fritas, refrescos y unas galletas. - Le pide Tomás a Fosforito.

- Y las golosinas de Ludo. - Murmuró lo suficientemente alto para que el colorado me oiga, pero sin dejar de oler a mi rubia.

- Gracias, Charlie. - Le dice Ludo y saco mi rostro a la superficie sólo para ver cómo el pequeño colorado se sonroja y le sonríe a mi chica. Ludo es la única que usa el verdadero nombre de Fosforito. Así de buena es mi nena.

- Muévete Fosforito y deja de sonreírle a mi novia. - Gruño y el niño se pone en marcha.

- Amor. - Me regaña mi dulce novia y beso sus labios para hacerle olvidar mi arrebato.

En lo que esperamos a que Fosforito regrese, organizamos y confirmamos la presencia a la fiesta, quedamos en vernos en casa de Eric y desde allí ir todos juntos en una gran limusina. Así, de ostentos podemos llegar a ser, pero no me importa serlo si los ojitos de mi Ludo van a brillar de la forma en la que brillan ahora. Ella nunca viajó en una limusina y me alegra ser quien le otorgue esa primera vez. Las chicas comienzan a hablar de lo que se pondrán mientras nosotros hablamos de la logística de todo. Eric deja de hablar para ver su teléfono.